Hoy os traemos una historia conmovedora que está dando la vuelta al mundo y que demuestra lo esencial que es para cualquier persona pero, sobre todo, para los bebés sentir el amor, cariño y cercanía de sus papás a través del tacto y la voz.
Os presentamos la historia de Jamie, un bebé que, literalmente, renació en brazos de sus padres tras nacer prematuramente y no lograr superar un parto tras 6 meses de gestación.
Cuando los médicos dijeron a la familia Ogg que su bebé no iba a sobrevivir, simplemente pidieron que les dejaran al pequeño junto a ellos. Comenzaron a acariciarle, a decirle lo importante que era para ellos y para su hermanita y a decirle lo felices que iban a ser todos juntos. Todo apuntaba a que no saldría adelante, pero el milagro ocurrió...
Poco más que decir de esta historia que nos ha puesto los pelos de punta a todas. Sólo os invitamos a mirar el vídeo y a demostrar, una vez más, que no hay fuerza más poderosa en el mundo que el amor de unos padres hacia sus hijos.
Jamie, con tan sólo un kilito de peso al nacer, tiene ahora 5 años y disfruta de una infancia absolutamente normal junto a su hermana melliza Emily (la cual los médicos lograron estabilizar tras el parto prematuro), su hermanito pequeño y, por supuesto, junto a aquellos que nunca dejaron de creer en la fuerza del amor y la estimulación de un bebé para ayudarle en su desarrollo.
Gracias a Johnson’s hemos conocido esta maravillosa historia que, esperamos, inspire a muchos papás a la hora de valorar la importancia del tacto tanto para el desarrollo afectivo como para el cognitivo y emocional de los bebés, niños y no tan niños.
