Tener relaciones sexuales en el embarazo sigue siendo tan placentero como antes de la concepción, y salvo algunas recomendaciones o indicaciones médicas, no existen razones para abandonarlas.
En el primer trimestre la actividad sexual suele incomodar a la embarazada debido a los síntomas físicos tan frecuentes al inicio de ese periodo. Todo lo contrario sucederá entre el 4to y 6to mes de gestación, el flujo sanguíneo aumenta en la zona baja del abdomen y el contacto íntimo se volverá más excitante con los multiorgasmos.
Ya hacia el tercer trimestre el tamaño de tu vientre y la ansiedad por conocer al bebé restarán interés al contacto sexual, pero aún así puedes mantener viva la pasión a través de los besos y las caricias.
La idea de evitar las relaciones sexuales en el embarazo por miedo a dañar al bebé es totalmente errónea, el pequeño está protegido por el líquido amniótico y las membranas ovulares. No hay razón para preocuparse.
