Las cremas en el embarazo

Fina y su Nivea en el embarazoNo he sido nunca de cremas, de hecho era bastante vaga al respecto, pero entorno a los 25 años más o menos una amiga me introdujo en el amplio mundo del pringue.

Me transmitió la necesidad de nuestra piel de hidratarla y nutrirla. Y de cómo esta responde favorablemente cuando se la trata bien. He ido engordando y adelgazando según etapas de mi vida, y mi retaguardia sabe de lo que hablo, que un mapa de estrías lo tiene cercado por los laterales.

Cuando me quedé embarazada, una de las cosas que me preocupaba era el tema de las estrías. Establecí una suerte de disciplina pos ducha encremándome de arriba a abajo con suaves masajes en la barriga, en el pecho, caderas y culete.

Me habían recomendado la crema Trofolastic, la de Mustela, y un par más.

La primera no llegué a probarla porque era la más cara. La segunda sí, aproveché una promoción de lanzamiento en la farmacia de 2x1. Va muy bien, es cremosa, pero no pastosa y huele muy bien. Cuando pasé del primer trimestre del embarazo me di cuenta que mi piel agradecía enormemente esa hidratación, y cuanto más mejor, ya que tendía la piel a secarse mucho más que antes de quedarme embarazada.

Como esta operación “cremil” se repetía cada día (incluso a veces hasta dos veces) los botes caían fulminados por semanas, y no estaba (está) la cosa como para poder gastar tanto. Así que, viendo que la clave era una crema con plus de hidratación, decidí probar un ungüento hecho con la Nivea de la lata azul de toda la vida y aceite de rosa mosqueta (recomendado por la ginecóloga y matrona).

Sí, lo se, la lata azul de Nivea es una de las cremas más grasas que actualmente copan el mercado, pero eso es justo lo que se necesita para una piel que se va estirando cada día un poquito más y amenaza con surcar estrías por doquier. Cogemos un poco de crema y añadimos unas gotitas de aceite de rosa mosqueta (las suficientes para hacer la mezcla en la mano), así haremos que la crema sea menos sólida y se extienda mejor por nuestra piel.

Es importante aplicarlo todo con suaves masajes en círculo alrededor de las zonas, así afianzaremos la hidratación en el cuerpo. El punto negativo es que es muy pringoso, así que dejaba que mi piel lo absorbiera al aire libre, esperando unos minutos a vestirme.

Cuando terminé el bote de rosa mosqueta, adquirí uno de aceite de almendras (más barato) y continué con el mejunje. A mí me fue muy bien, y no tuve ninguna estría, ni en pecho, ni en culete ni en la barriga.

© 2008 - 2024 () elembarazo.net. Todos los derechos reservados.

o

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

o    

¿Olvidó sus datos?

o

Create Account