No es lo mismo vivir en una gran ciudad que vivir en un núcleo urbano rodeado de naturaleza. La calidad de vida en cuanto a salud se refiere es evidente incluso en los partos, como bien asegura un reciente estudio en el que se afirma que las mujeres que viven en grandes ciudades son más propensas a sufrir la temida depresión posparto en comparación con las que viven en zonas rurales.
Este estudio realizado por científicos canadienses del Hospital St Michael´s y la Universidad de Toronto (Canadá) y publicado en la revista Canadian Medical Association Journal, asegura que las mujeres que viven en las ciudades grandes cuentan con menos apoyo social después de dar a luz, uno de los factores más determinantes a la hora de sufrir depresión tras el parto.
Ciudades más tristes
El estudio fue realizado con una muestra de unas 6.421 mujeres. Estas madres dieron a luz recientemente, algunas en zonas urbanas, otras en rurales y otras en semi-rurales.
Los resultados fueron realmente interesantes, y es que al parecer, las mujeres que viven en áreas urbanas como las grandes ciudades cuentan con un riesgo de un 10% de sufrir depresión posparto. Asimismo, las mujeres que viven en zonas rurales reducen el riesgo de esta patología al 6%. Finalmente, las mujeres que viven en regiones semi-rurales cuentan con un 7% de posibilidades.
Los especialistas que realizaron el estudio recuerdan que la depresión posparto puede surgir en el primer mes después del parto. Es una patología realmente molesta para las madres, que se sienten cansadas, tristes, con episodios de llanto, ansiedad y muchísimos trastornos del sueño.
Así, las mujeres que viven en núcleos urbanos rurales contarían con unos primeros meses de maternidad mucho más tranquilos y relajados en comparación con las madres urbanitas.
Los investigadores aseguran este tipo de patología debe diagnosticarse y tratarse adecuadamente, pues lo cierto es que la depresión postparto cuenta con fortísimos efectos negativos.
Niños más sanos
No fue el único dato que sorprendió a los investigadores. Al parecer, este estudio afirma también que los bebés de los barrios más verdes pesan una media de 45 gramos más al nacer que los bebés de los barrios más urbanizados. Sin duda algo a tener en cuenta, un dato que una vez más nos muestra que la vida en los núcleos rurales quizá sea un poco más saludable que en las grandes ciudades.
