Si te gustan los vegetales o las frutas y las consumes con frecuencia durante tu embarazo, probablemente no tengas que lidiar con tus niños para que se animen a comerlas en sus primeros años.
Una investigación publicada en la revista 'Pedriatria' indica que desde las 21 semanas nuestros bebés podrían percibir el olor de los alimentos gracias al líquido amniótico que conserva el sabor de las últimas comidas ingeridas por la madre.
Antes de que las mujeres probaran alimentos fueron tomadas las muestras de líquidos amnióticos. Se les indica que ingieran cápsulas de ajos, y luego se les toma una segunda muestra.
Gracias al olor, un grupo de personas logró identificar solo con el olfato lo que las gestantes habían ingerido. De este modo, se cree que también los bebés perciben los sabores desde el vientre materno.
Una segunda prueba se hizo para demostrar que los bebés guardarían en sus memorias estos olores hasta su nacimiento. Se armaron 3 grupos: las primeras mujeres consumieron jugo de zanahoria diariamente durante todo su embarazo. Otras lo hicieron mientras amamantaban a sus hijos. Y las últimas nunca consumieron el alimento.
El estudio demostró un tiempo después que los niños que conocieron esa verdura desde el líquido amniótico o lo saborearon mientras tomaban la leche materna; comieron más cereal con zanahoria y con mayor agrado, a diferencia de los bebés que nunca probaron su sabor. ¿Qué te parece?
