Que todo lo que hacemos durante el embarazo repercute de alguna manera sobre nuestro bebé es algo que ya sabemos. Sin embargo ahora un estudio nos muestra hasta qué punto nuestro estado anímico puede influir en la salud futura de nuestro hijo.
Un 25% más de posibilidades de tener asma
La Universidad de Aarhus, en Dinamarca, ha llevado a cabo un estudio en el que se relaciona la depresión durante el embarazo con el riego de padecer asma por parte del pequeño. Sobre todo si tomaron antidepresivos no de última generación. Para realizar la investigación se estudiaron 733.000 casos de daneses que habían nacido entre los años 1996 y 2007. De estos, 21.000 de sus madres tuvieron depresión a lo largo de la gestación.
Los niños cuyas madres habían tenido depresión tenían un 25% más de posibilidades de llegar a desarrollar asma a lo largo de la infancia. De los aproximadamente 9.000 niños a cuyas madres se les recetaron antidepresivos más antiguos, estos tenían un 26% más de riesgo de tener asma. El estudio no pudo demostrar que los antidepresivos con más años causaran el asma, pero sí que había una asociación entre ambos.
La autora principal de la investigación, la doctora Xiaoqin Liu, comentó lo siguiente:
Se desconoce el modo en que la depresión materna afecta al riesgo de asma de los hijos, pero el mecanismo podría implicar cambios hormonales o cambios en el estilo de vida.
A más del 80% de las mujeres que participaron en el estudio se les había recetado una nueva clase de medicamentos, los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. Cuando se tomaban estos antidepresivos de última generación este riesgo del bebé de padecer asma no se veía incrementado. Sin duda un estudio interesante a la hora de prescribir antidepresivos durante el embarazo.
