Según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, las mujeres demoran dos o tres horas más en el trabajo de parto en comparación con sus homólogas de la década de los 60.

Las causas de este tiempo adicional aún no han sido identificadas con certeza; sin embargo, se piensa que una de ellas podría ser la aplicación de la anestesia epidural, una práctica poco común en los años 60 y que en la actualidad tiene un 55% de aceptación.

Otras posibles respuestas son los trabajos de parto inducidos o las cesáreas planificadas. Actualmente el 12% de mujeres estadounidenses tiene un parto por cesárea comparado con el 3% en la década de 1960. Y de los partos por cesárea, al 31% de mujeres se le aplicó la oxitocina, una hormona que estimula las contracciones.

Este estudio revela que los obstetras estadounidenses deben redefinir la idea de trabajo de parto. Ante tantas intervenciones médicas es importante revalorar el proceso natural del alumbramiento.