Estudios anteriores habían llegado a la conclusión de que las mujeres que tienen su primer hijo pasados los treinta cuentan con más riesgo de padecer cáncer de pecho, independientemente del número de hijos que se plantee tener. Ahora, un nuevo estudio asegura que la lactancia en las madres que tienen sus hijos durante la treintena puede reducir considerablemente el riesgo de contraer cáncer de mama; y es que este acto natural entre una madre y un hijo reduce los riesgos hasta en la mitad.
El estudio, realizado por investigadores de la Escuela Keck de Medicina de Los Ángeles, asegura que ese vínculo entre maternidad tardía y mayor riesgo de cáncer de mama sólo se da en las madres que recurren a la alimentación artificial. Así pues, ahora tenemos muchos más motivos para dar el pecho a nuestros bebés.
Si bien es cierto que los resultados eran más que obvios, lo cierto es que los investigadores no han podido averiguar la manera en la que lactancia protege del cáncer a las madres. Algunos de los investigadores creen que es debido a que los cambios hormonales que tienen las mujeres durante y después del embarazo podrían cambiar la composición mamaria de forma que se reduce el riesgo de cáncer en el tejido. Así, la lactancia podría ofrecernos una protección extra pues “la producción de hormonas en los ovarios se interrumpe cuando se da el pecho, reduciendo la exposición de las mujeres a los estrógenos y la progesterona”, como bien afirmó Anne Mc Tiernan, la directora del centro de prevención de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, Washington, EEUU.
El estudio también ha demostrado que la lactancia materna puede reducir el riesgo de contraer cánceres insensibles a los tratamientos hormonales. Según la directora del centro, esto se explicaría a través de la controvertida teoría que explica que la secreción de leche es capaz de eliminar los carcinógenos de los conductos mamarios.
Sea como sea, este estudio evidencia una vez más que amamantar a los hijos cuenta con numerosas ventajas; y es que no debemos olvidarnos que crea un vínculo realmente especial entre madre e hijo, supone una de las alimentaciones más completas que podemos dar a nuestros hijos los primeros meses de su vida y además, ahora, sabemos que puede prevenirnos del cáncer de mama.
Estudios anteriores habían llegado a la conclusión de que las mujeres que tienen su primer hijo pasados los treinta cuentan con más riesgo de padecer cáncer de pecho, independientemente del número de hijos que se plantee tener. Ahora, un nuevo estudio asegura que la lactancia en las madres que tienen sus hijos durante la treintena puede reducir considerablemente el riesgo de contraer cáncer de mama; y es que este acto natural entre una madre y un hijo reduce los riesgos hasta en la mitad.
El estudio, realizado por investigadores de la Escuela Keck de Medicina de Los Ángeles, asegura que ese vínculo entre maternidad tardía y mayor riesgo de cáncer de mama sólo se da en las madres que recurren a la alimentación artificial. Así pues, ahora tenemos muchos más motivos para dar el pecho a nuestros bebés.
Si bien es cierto que los resultados eran más que obvios, lo cierto es que los investigadores no han podido averiguar la manera en la que lactancia protege del cáncer a las madres. Algunos de los investigadores creen que es debido a que los cambios hormonales que tienen las mujeres durante y después del embarazo podrían cambiar la composición mamaria de forma que se reduce el riesgo de cáncer en el tejido. Así, la lactancia podría ofrecernos una protección extra pues “la producción de hormonas en los ovarios se interrumpe cuando se da el pecho, reduciendo la exposición de las mujeres a los estrógenos y la progesterona”, como bien afirmó Anne Mc Tiernan, la directora del centro de prevención de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, Washington, EEUU.
El estudio también ha demostrado que la lactancia materna puede reducir el riesgo de contraer cánceres insensibles a los tratamientos hormonales. Según la directora del centro, esto se explicaría a través de la controvertida teoría que explica que la secreción de leche es capaz de eliminar los carcinógenos de los conductos mamarios.
Sea como sea, este estudio evidencia una vez más que amamantar a los hijos cuenta con numerosas ventajas; y es que no debemos olvidarnos que crea un vínculo realmente especial entre madre e hijo, supone una de las alimentaciones más completas que podemos dar a nuestros hijos los primeros meses de su vida y además, ahora, sabemos que puede prevenirnos del cáncer de mama.
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