Cuando nos vamos a convertir en madres, una de las cosas que más valoramos las mujeres es que se nos permita tener un papel activo durante el parto. Afortunadamente, este derecho se respeta cada vez más en todo el mundo. Dentro de lo que se nos permite elegir, hay algo que es tan importante como personal, si deseamos que se nos administre anestesia o no. Un estudio nos muestra como la tendencia actual puede ser rechazar ese tipo de ayuda a la hora de tener un bebé.

Facilitar herramientas para paliar el dolor

El Instituto Catalán de la Salud, ICS, ha mostrado como en esta región española entre un 10% y un 20% de las mujeres que se atienden en los hospitales de la zona optan por un parto natural sin anestesia. Apuntan además que es una elección que va ganado fuerza con los años. Comentan como los seis hospitales dependientes del ICS en los que se producen partos, se han preparado para poder atender a las mujeres que eligen no utilizar fármacos para aliviar el dolor.

Les ofrecen alternativas para sobrellevarlo como masajes, calor local o un ambiente relajado y respetuoso durante la dilatación. Una de las herramientas más valoradas por las madres en ese momento es el empleo de bañeras para calmar el dolor, disponibles en cuatro de los hospitales.

Más medidas para favorecer a las madres

Otra de las medidas que están poniendo en práctica es permitir a los futuros padres que visiten las instalaciones donde se producirá el parto, también la promoción de la lactancia materna y el piel con piel ya en la sala de partos. Un punto importante es que autorizan la presencia de un acompañante si el nacimiento se produce por cesárea, si así se desea. No nos olvidemos tampoco que todos y cada uno de estos seis hospitales facilitan habitaciones individuales para las madres, sin duda algo fundamental para tener la intimidad necesaria en esos momentos. Asimismo apuestan por un alta precoz para aquellas mujeres que han tenido un parto vaginal sin complicaciones.

Sin duda, medidas todas ellas que las madres agradecen.