Pues bien, esto no es solo algo imposible sino que además, el no coger en brazos a nuestro bebé puede acarrearles un grave problema en su desarrollo psicológico.
Desde hace muchísimos años se conocen los efectos de la falta de contacto físico en bebés, especialmente en bebés ingresados, bebés que viven en centros de acogida, etc. Esto no es nada nuevo y se conoce como teoría del apego, que no es ningún juego y es algo que no hemos de tomarnos a la ligera.
El apego es el vínculo emocional que se crea entre el bebé y sus cuidadores, ya sean los padres o cualquier otra persona que lo cuida y lo mima. Este apego le proporciona una seguridad emocional que es imprescindible para un buen desarrollo de la personalidad del pequeño o pequeña. Es más una necesidad de estar próximo a su madre, y de sentirse protegido y cuidado en los brazos de papá o mamá.
Se podría decir que lo que realmente necesita un bebé para su correcto desarrollo no son pautas pedagógicas, es algo mucho más simple, cogerlo en brazos y disfrutar de él. Muchos psicólogos infantiles creen que según hayan sido los cuidados que proporcionamos al bebé, las áreas del celebro que en el futuro serán responsables del comportamiento social, la regulación emocional y el afrontamiento al estrés (que se desarrollan durante los tres primeros años de vida), puede que se desarrollen normalmente o con algún déficit que puede afectar en su futura conducta social y salud mental.
Por otro lado, separarse del bebé puede ser una gran fuente de estrés, tanto para los padres como para el bebé. Dejar que el bebé llore y no cogerlo puede ser una fuente de trauma e impedir que se desarrollen bien estas áreas cerebrales que comentábamos antes, pudiendo provocar niños más dependientes con menos capacidades de afrontamiento y menor seguridad en sí mismos.
¿Se debe coger al bebé en brazos cuándo llora? Desde hace ya algún tiempo se le está dando muchísima importancia al contacto piel con piel en el momento de nacer, al llevar a los bebés en brazos, en mochilas o en portabebés, a atender sus lloros dándoles mimos y atención, independientemente de si tienen hambre, sed, frío, calor o incluso el pañal sucio. Y después de mucho leer y explicaros lo que he leído, voy con mis recomendaciones personales:
Espero que os haya gustado el tema que hemos tratado hoy, que lo toméis como una valoración personal ya que, como siempre digo ni soy matrona ni psicóloga, solo una mamá que ha leído y que ha experimentado estas sensaciones y que, con la llegada de mi segundo hijo, espero mejorar mucho más y contaros todo lo que vaya aprendiendo.
Me encantaría sabes qué opináis sobre el tema, lo que habéis experimentado vosotras, lo que os han dicho…
Un besote.
Pues bien, esto no es solo algo imposible sino que además, el no coger en brazos a nuestro bebé puede acarrearles un grave problema en su desarrollo psicológico.
Desde hace muchísimos años se conocen los efectos de la falta de contacto físico en bebés, especialmente en bebés ingresados, bebés que viven en centros de acogida, etc. Esto no es nada nuevo y se conoce como teoría del apego, que no es ningún juego y es algo que no hemos de tomarnos a la ligera.
El apego es el vínculo emocional que se crea entre el bebé y sus cuidadores, ya sean los padres o cualquier otra persona que lo cuida y lo mima. Este apego le proporciona una seguridad emocional que es imprescindible para un buen desarrollo de la personalidad del pequeño o pequeña. Es más una necesidad de estar próximo a su madre, y de sentirse protegido y cuidado en los brazos de papá o mamá.
Se podría decir que lo que realmente necesita un bebé para su correcto desarrollo no son pautas pedagógicas, es algo mucho más simple, cogerlo en brazos y disfrutar de él. Muchos psicólogos infantiles creen que según hayan sido los cuidados que proporcionamos al bebé, las áreas del celebro que en el futuro serán responsables del comportamiento social, la regulación emocional y el afrontamiento al estrés (que se desarrollan durante los tres primeros años de vida), puede que se desarrollen normalmente o con algún déficit que puede afectar en su futura conducta social y salud mental.
Por otro lado, separarse del bebé puede ser una gran fuente de estrés, tanto para los padres como para el bebé. Dejar que el bebé llore y no cogerlo puede ser una fuente de trauma e impedir que se desarrollen bien estas áreas cerebrales que comentábamos antes, pudiendo provocar niños más dependientes con menos capacidades de afrontamiento y menor seguridad en sí mismos.
¿Se debe coger al bebé en brazos cuándo llora? Desde hace ya algún tiempo se le está dando muchísima importancia al contacto piel con piel en el momento de nacer, al llevar a los bebés en brazos, en mochilas o en portabebés, a atender sus lloros dándoles mimos y atención, independientemente de si tienen hambre, sed, frío, calor o incluso el pañal sucio. Y después de mucho leer y explicaros lo que he leído, voy con mis recomendaciones personales:
Espero que os haya gustado el tema que hemos tratado hoy, que lo toméis como una valoración personal ya que, como siempre digo ni soy matrona ni psicóloga, solo una mamá que ha leído y que ha experimentado estas sensaciones y que, con la llegada de mi segundo hijo, espero mejorar mucho más y contaros todo lo que vaya aprendiendo.
Me encantaría sabes qué opináis sobre el tema, lo que habéis experimentado vosotras, lo que os han dicho…
Un besote.
¿Quieres resolver todas las dudas sobre el seguimiento del embarazo y el protocolo del parto?…
Desde la Asociación Española de Lactancia Materna (AELAMA) nos explican las pautas para fomentar este…
Descubre cuál es el grado de compatibilidad entre la lactancia materna y tener un planeta…
¿Es normal tener celos del recién nacido? ¿Cómo abordar los celos del hermano mayor? ¿Cómo…
¿Tú #entrenasencasa? Dí adiós al sedentarismo con las mejores recomendaciones y aclara todas tus dudas…
¿Cómo afrontar el aislamiento sin que esto nos afecte en exceso? ¿Es complicada la gestión…
View Comments
Felicidades Puri por el tema que has elegido. Es precioso y todavía hay controversia al respecto. Ojalá madres y padres se animen a abrazar y achuchar a sus retoños. Hace poco escribí algo parecido pensando en aquellos familiares que animan a los nuevos padres a no cogerlos para que no se acostumbren a los brazos y cómo tú bien dices, un gran error. Un abrazo
http://materliter.wordpress.com/2013/09/05/dejarlo-llorar-que-no-se-acostumbre-a-los-brazos/