Que la mujer ha llegado tarde a la historia, es una realidad, ella no llegó tarde, pero su protagonismo sí.

Desde un punto de vista real y objetivo, es una realidad que la mujer ha recibido su protagonismo unos cuantos años más tarde que el hombre. Y en ese protagonismo estamos aún.

Y no lo digo como una desgracia, o como un sacrificio que las mujeres debemos hacer (que es cierto), lo digo desde el reto, la capacidad de crecer como mujer, pero sobre todo como persona que es.

A nivel cerebral las conexiones neuronales de los hombres y de las mujeres son las mismas, es decir, todos tenemos neuronas que conectan entre sí para poder realizar determinadas acciones. Lo que los diferencia son las redes neuronales que cada uno crea para realizar una función, para rescatar un recuerdo de la memoria, para afrontar un problema, para soportar el dolor, etc.

Es evidente que la mujer ha sido creada anatómica y fisiológicamente para reproducirse. Pero eso no implica que tengan que obligarme a tener un parto que no quiero tener.

Entiendo  y comparto que no siempre puede ser decisión nuestra, que puede que las cosas no salgan como una quiere y es preciso que se adapte a la nueva situación y deje a los profesionales en el asunto llevar el parto. Entiendo que hay situaciones que yo no puedo controlar como madre y que ni los profesionales pueden llegar a controlar, entiendo que hay veces que la naturaleza actúa por sí sola sin que nosotras podamos intervenir en su decisión.

Entiendo que pueden existir muchas situaciones que provoquen que yo no intervenga activamente en mi parto.

Pero en todas las demás situaciones en las que sí puedo ser parte activa de mi parto, me gustaría que el equipo de profesionales que me rodea también respete y apoye mi opción y mi decisión de cómo parir. Quisiera un equipo que me apoyara y que me hiciera sentir que estoy segura con ellos, que si algo no sale bien ellos tomarán las riendas. No quiero un equipo de profesionales que no respete mi decisión, porque eso me hará sentirme vulnerable, insegura y pensaré que mi conocimiento sanitario no es suficiente (sea éste el que sea). Tus conocimientos sanitarios y mi conocimiento sobre mi propio cuerpo no deben ser incompatibles, por el contrario, deben ser piezas que encajen.

Deberíamos construir juntos una realidad nueva.

POR UN PARTO RESPETADO