Se ha realizado el mayor estudio en mujeres a las que por diversos motivos se les retiró, para después ser congelado, tejido ovárico y finalmente se les trasplantó. Su conclusión principal es que es una técnica segura y que puede permitir que la tercera parte de las pacientes que reciban este tejido logren el embarazo y tengan hijos.

Tratamiento para las mujeres con cáncer

Este tratamiento se enfoca principalmente para que aquellas mujeres que vayan a ser tratadas para luchar contra el cáncer puedan mantener su capacidad de tener hijos aunque sus ovarios quedasen dañados. El procedimiento habitual consiste en que el equipo médico retire un ovario y después lo corte en tiras para proceder a su congelación.

Cuando el tratamiento ha concluido y ha pasado un tiempo prudencial se injerta parte de dicho tejido en el ovario que la mujer conserva.

¿Cómo se realizó el estudio?

Para llevar a cabo el estudio se realizó un seguimiento a 41 mujeres a las que se les practicó esta técnica en Dinamarca entre los años 2003 y 2014. De las 32 mujeres que manifestaron su deseo de ser madres, 10 consiguieron quedarse embarazadas y dar a luz.

Precisamente en Dinamarca se ofrece este tratamiento de forma gratuita a todas las pacientes que cumplen los requisitos.

Según explican los expertos una vez que se trasplanta el tejido ovárico hay que esperar unos 4 o 5 meses para que comience a cumplir su función. Además han comprobado que el tejido trasplantado puede durar hasta 10 años, mucho más de lo que ellos pensaban en un principio.

Aseguran que tanto las madres como los bebés necesitan ser constantemente controlados, aunque por el momento no se ha observado ningún problema asociado a la técnica utilizada.

Creen que este método tiene que ser aún más validado, pero que de momento sus resultados son alentadores y dan esperanza a quienes no la tenían.