Una se queda embarazada y es un subidón (al menos para mí). Pero pasan los meses, y no todo es tan bonito como lo pintan. Hay cosas de las que no previenen, y de pronto, una se encuentra viendo la entrega de medallas de salto olímpico llorando a moco tendido como si fuera la misma rusa orgullosa de su tercer puesto.

El octavo mes es la muerte pelada, amigos. Yo intento ser positiva y animosa, pero este fin de semana me escapé con mi amore a una casa perdida en las montañas, con una piscinaca preciosa. Y allí estaba yo en mi toalla plácidamente, cuando intento levantarme y... ¡¡error!! imposible, señores. Imagínense la escena, rodeada de parejitas remonísimas e intentando levantarme con disimulo.

Cosas del destino, justo lo que a mí me enfurece, a otros les hace gracia o les viene bien. Desde elembarazo.net, la web sobre "todo lo que una embarazada debería saber", me han propuesto que tenga mi propia sección en sus blogs. Así que valgan estas viñetas como estreno oficial cual mamma bloguera.

Les espero allí y aquí o donde ustedes quieran...