¿Sabíais que los bebés y niños pequeños con una continua exposición al humo del tabaco tienen un 70% más de riesgo de desarrollo de infecciones respiratorias y problemas como otitis y sibilancias? Ser fumadora activa o pasiva durante el embarazo puede provocar que nuestro bebé sufra bronquitis en sus primeros meses de vida, así como convertirse en niños asmáticos y alérgicos en el futuro.
Sus efectos adversos incluyen retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer. Así como estrés infantil, síntomas del síndrome de abstinencia, problemas de aprendizaje y de comportamiento en los niños y un mayor riesgo de que sean obesos.
Investigaciones recientes demuestran que existe una relación en los niños pequeños entre el tabaco y el riesgo de padecer enfermedades como dermatitis atópica y alergias alimentarias. Otro de los posibles riesgos que tiene un bebé de mamá fumadora es el de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS).
Si no eres tú la que fumas pero tu entorno lo hace, evita los sitios cerrados donde realicen esta actividad o pídeles por favor que no lo hagan delante tuya.
Lo más importante aparte de evitar la exposición del humo tanto de la mamá como del bebé o niño menor, es la labor de prevención con el tabaquismo. No sólo es fundamental informar de las causas negativas que tiene el tabaco a los adultos con el fin de que dejen de fumar, sino tratar de concienciarlos para que protejan a sus hijos contra los problemas que éste adictivo hábito puede causar en la salud de sus hijos.
¿Sabíais que los bebés y niños pequeños con una continua exposición al humo del tabaco tienen un 70% más de riesgo de desarrollo de infecciones respiratorias y problemas como otitis y sibilancias? Ser fumadora activa o pasiva durante el embarazo puede provocar que nuestro bebé sufra bronquitis en sus primeros meses de vida, así como convertirse en niños asmáticos y alérgicos en el futuro.
Sus efectos adversos incluyen retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer. Así como estrés infantil, síntomas del síndrome de abstinencia, problemas de aprendizaje y de comportamiento en los niños y un mayor riesgo de que sean obesos.
Investigaciones recientes demuestran que existe una relación en los niños pequeños entre el tabaco y el riesgo de padecer enfermedades como dermatitis atópica y alergias alimentarias. Otro de los posibles riesgos que tiene un bebé de mamá fumadora es el de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS).
Si no eres tú la que fumas pero tu entorno lo hace, evita los sitios cerrados donde realicen esta actividad o pídeles por favor que no lo hagan delante tuya.
Lo más importante aparte de evitar la exposición del humo tanto de la mamá como del bebé o niño menor, es la labor de prevención con el tabaquismo. No sólo es fundamental informar de las causas negativas que tiene el tabaco a los adultos con el fin de que dejen de fumar, sino tratar de concienciarlos para que protejan a sus hijos contra los problemas que éste adictivo hábito puede causar en la salud de sus hijos.
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