Somos conscientes de que el estrés no es positivo para las futuras mamás. Ya conocíamos otros estudios que lo vinculaban a problemas de partos prematuros e incluso al asma infantil. No obstante, hasta ahora no sabíamos que ese estrés podía influir en las capacidades cognitivas de los bebés. Ha sido gracias a un reciente estudio publicado en Early Human Development (2015), en el cual se habla sobre la influencia de este estrés materno durante el embarazo y el futuro del niño o niña en tareas de memoria y atención, ambas imprescindibles para un buen rendimiento académico.
El experimento, realizado por un equipo de la Universidad de Toronto se basa en hallazgos previos que se obtuvieron con roedores en los que se observó el impacto negativo que tenía el estrés en el embarazo en capacidades como el aprendizaje espacial y memoria de sus crías.
En este estudio participaron hasta 236 mujeres embarazadas y sus hijos. A las mismas se les realizó un seguimiento desde el segundo trimestre del embarazo. Asimismo, cuando los bebés nacieron también se les realizó un seguimiento exhaustivo hasta que cumplieron aproximadamente 4 años. Con estos seguimientos se pretendía valorar, gracias a distintos cuestionarios y pruebas, el grado de estrés que habían sufrido y las capacidades cognitivas que presentaban los niños.
Los resultados fueron bastante claros. Al parecer, aquellos niños y niñas de las madres más estresadas presentaban peores capacidades de atención a la edad de año y medio. Asimismo, también tenían menos memoria de trabajo espacial a los 4 años, aunque este segundo punto estaba estrechamente relacionado con los pequeños que habían tenido peores cuidados postnatales.
Para los autores del estudio, los resultados tienen una doble lectura. Por un lado, es importante frenar el estrés de las madres embarazadas para poder conseguir un desarrollo cognitivo correcto de los menores. Por otro lado, es importante que los bebés cuenten con cuidados postnatales adecuados, pues de no ser así también puede influir en sus capacidades cognitivas, algo que se traducirá con el tiempo en peor rendimiento académico.
Somos conscientes de que el estrés no es positivo para las futuras mamás. Ya conocíamos otros estudios que lo vinculaban a problemas de partos prematuros e incluso al asma infantil. No obstante, hasta ahora no sabíamos que ese estrés podía influir en las capacidades cognitivas de los bebés. Ha sido gracias a un reciente estudio publicado en Early Human Development (2015), en el cual se habla sobre la influencia de este estrés materno durante el embarazo y el futuro del niño o niña en tareas de memoria y atención, ambas imprescindibles para un buen rendimiento académico.
El experimento, realizado por un equipo de la Universidad de Toronto se basa en hallazgos previos que se obtuvieron con roedores en los que se observó el impacto negativo que tenía el estrés en el embarazo en capacidades como el aprendizaje espacial y memoria de sus crías.
En este estudio participaron hasta 236 mujeres embarazadas y sus hijos. A las mismas se les realizó un seguimiento desde el segundo trimestre del embarazo. Asimismo, cuando los bebés nacieron también se les realizó un seguimiento exhaustivo hasta que cumplieron aproximadamente 4 años. Con estos seguimientos se pretendía valorar, gracias a distintos cuestionarios y pruebas, el grado de estrés que habían sufrido y las capacidades cognitivas que presentaban los niños.
Los resultados fueron bastante claros. Al parecer, aquellos niños y niñas de las madres más estresadas presentaban peores capacidades de atención a la edad de año y medio. Asimismo, también tenían menos memoria de trabajo espacial a los 4 años, aunque este segundo punto estaba estrechamente relacionado con los pequeños que habían tenido peores cuidados postnatales.
Para los autores del estudio, los resultados tienen una doble lectura. Por un lado, es importante frenar el estrés de las madres embarazadas para poder conseguir un desarrollo cognitivo correcto de los menores. Por otro lado, es importante que los bebés cuenten con cuidados postnatales adecuados, pues de no ser así también puede influir en sus capacidades cognitivas, algo que se traducirá con el tiempo en peor rendimiento académico.
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