Uno de los mitos del embarazo que cada vez están más desterrado es que hay que comer por dos. Lo cual no tiene ningún fundamento. Lo que sí es cierto es que es imprescindible alimentarnos de manera sana y equilibrada. Ahora hemos conocido un estudio en el que se nos habla de las consecuencias de no hacerlo.
La Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia en Estados Unidos ha realizado un estudio que concluye que el pasar hambre durante los tres primeros meses de la gestación pone en riesgo la futura salud del bebé. De hecho está asociado con un aumento de la mortalidad debido a diferentes causas, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Es una investigación pionera ya que es la primera que se realiza en torno a las consecuencias de la malnutrición durante las primeras etapas de la gestación y la futura salud del bebé.
Se estudió como había afectado la falta de nutrientes, considerada como la ingesta de menos de 900 calorías diarias, que tuvo lugar durante la hambruna del llamado invierno holandés en los años 1944 y 1945. Se tomaron los datos de 41.000 hombres nacidos en Holanda entre 1944 y 1947 a los que se realizó un seguimiento hasta los 63 años. Fueron examinados cuando contaban con 18 años para el servicio militar. De ellos 22.952 habían nacido en ciudades que habían sufrido dicho hambre. Durante ese período de seguimiento 5.011 de los nacidos bajo el hambre murieron, de ellos 1.938 lo hizo de cáncer, un 39%, 1.040 por enfermedades cardíacas, el 21%, 1.418 por alguna otra causa naturales, un 29%, y 523 por causas externas, como accidentes de tráfico, lo que supuso un 10% del total de los fallecimientos.
Los autores del estudio apuntan lo siguiente:
La solidez de los datos apunta a la gestación muy temprana como el período en el que el feto es especialmente sensible al medio ambiente. También sugieren que la exposición a la hambruna durante la primera infancia para aquellas personas nacidas antes de la hambruna no tuvo el mismo impacto en la mortalidad a largo plazo.
Sin duda esas cifras tan altas de mortalidad prematura nos dejan bien claro lo imprescindible que resulta el alimentarnos de la manera correcta durante todo el embarazo.
Uno de los mitos del embarazo que cada vez están más desterrado es que hay que comer por dos. Lo cual no tiene ningún fundamento. Lo que sí es cierto es que es imprescindible alimentarnos de manera sana y equilibrada. Ahora hemos conocido un estudio en el que se nos habla de las consecuencias de no hacerlo.
La Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia en Estados Unidos ha realizado un estudio que concluye que el pasar hambre durante los tres primeros meses de la gestación pone en riesgo la futura salud del bebé. De hecho está asociado con un aumento de la mortalidad debido a diferentes causas, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Es una investigación pionera ya que es la primera que se realiza en torno a las consecuencias de la malnutrición durante las primeras etapas de la gestación y la futura salud del bebé.
Se estudió como había afectado la falta de nutrientes, considerada como la ingesta de menos de 900 calorías diarias, que tuvo lugar durante la hambruna del llamado invierno holandés en los años 1944 y 1945. Se tomaron los datos de 41.000 hombres nacidos en Holanda entre 1944 y 1947 a los que se realizó un seguimiento hasta los 63 años. Fueron examinados cuando contaban con 18 años para el servicio militar. De ellos 22.952 habían nacido en ciudades que habían sufrido dicho hambre. Durante ese período de seguimiento 5.011 de los nacidos bajo el hambre murieron, de ellos 1.938 lo hizo de cáncer, un 39%, 1.040 por enfermedades cardíacas, el 21%, 1.418 por alguna otra causa naturales, un 29%, y 523 por causas externas, como accidentes de tráfico, lo que supuso un 10% del total de los fallecimientos.
Los autores del estudio apuntan lo siguiente:
La solidez de los datos apunta a la gestación muy temprana como el período en el que el feto es especialmente sensible al medio ambiente. También sugieren que la exposición a la hambruna durante la primera infancia para aquellas personas nacidas antes de la hambruna no tuvo el mismo impacto en la mortalidad a largo plazo.
Sin duda esas cifras tan altas de mortalidad prematura nos dejan bien claro lo imprescindible que resulta el alimentarnos de la manera correcta durante todo el embarazo.
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