Los recién nacidos lloran. Eso no es nada nuevo. Tampoco lo es que los padres, en muchas ocasiones, pasan noches desvelados para poder atender la llamada de estos pequeñines. No obstante, lo cierto es que no teníamos cifras. Ahora, un estudio realizado por el ESCI (Instituto Europeo de Calidad del Sueño), asegura que durante el primer año del bebé, los padres pierden más de 700 horas de sueño.

Si observamos la media de horas que un adulto debe dormir al día, nos daremos cuenta de que estas 700 horas de falta de sueño se traducen en dos horas menos de sueño cada noche durante los primeros doce meses del bebé. Algo que consigue que los padres de niños recién nacidos tengan menos energía y estén más cansados que de lo normal.

El sueño de los bebés

No pensemos que esto es debido a que los bebés no duermen. Duermen mucho. Al nacer, lo hacen entre 18 y 20 horas sin diferenciar el día de la noche, acortándose posteriormente a medida que el bebé crece. Por este motivo, al no diferenciar entre día y noche, los bebés entre los 0 y 12 meses se despiertan varias veces sin importar el horario en el que lo hagan. Más de la mitad se despierta por la noche una o dos veces, un 20% se despierta tres veces mientras que el 13% de los bebés se despierta cuatro o más veces por noche.

Este estudio también asegura que existen bebés con sueños más profundos; y es que un 15% de los niños pueden dormir de un tirón, sin sacar a sus padres de la cama, aunque evidentemente no es lo normal.

Hay que aclarar que tanto si nos encontramos con bebés que se despiertan mucho como con bebés que no lo hacen, ninguno de los dos cuenta con ningún problema, es algo normal. Cada niño tiene su ritmo de sueño igual que cada adulto cuenta con el suyo propio.