El 15 de abril de 2019 es el día elegido por la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana o GAT para sensibilizar y visibilizar la importancia de estas intervenciones en los niños. Por primera vez, en España, se reivindicará el Día de la Atención Temprana y por este motivo decidimos contactar con José Luis Peña Segura, presidente del GAT para que nos informe de primera mano lo que supone celebrar por primera vez el Día de la Atención Temprana en España.
José Luis Peña es médico especialista en Pediatría y en Neurología Pediátrica por la Asociación Española de Pediatría y durante su carrera profesional ha luchado por impulsar y dar visibilidad a estas intervenciones en bebés y niños de hasta 6 años.
Como explica José Luis Peña, neurólogo y presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana, alrededor de 255.227 niños en España, es decir, un 10% de la población infantil, necesitará este tipo de intervención en algún momento de su desarrollo.
Según el Libro Blanco de la Atención Temprana (2000) elaborado por el GAT y que podemos encontrar en su página Web, la Atención Temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.
En Atención Temprana no hablamos de terapias, sino de intervenciones. Debe iniciarse lo más pronto posible, cuando surjan los primeros signos de alarma, ya que tiene su fundamento científico en bases neurobiológicas, la mayor inmadurez y plasticidad del sistema nervioso en los primeros años de la vida.
La Atención Temprana abarca además la prevención y sensibilización de la sociedad en el cuidado de los niños. La prevención debería comenzar incluso antes de la gestación, continuar en la gestación, en el período neonatal y durante la crianza. Una parte importante del desarrollo del sistema nervioso del feto ha ocurrido ya, antes de que la futura madre sepa que está embarazada.
La Atención Temprana ha sido reconocida e impulsada en los últimos años, en las diferentes CCAA del Estado como una prestación imprescindible para todos los niños/as y sus familias que la precisen. Se ha producido un extenso y continuado despliegue de normas, procedimientos y redes de servicios en todo el Estado. Estas iniciativas se han realizado apelando a bases y principios semejantes, pero en la adaptación a las distintas realidades se ha generado una diversidad excesiva en los ámbitos, coberturas, criterios, estructuras, procedimientos, objetivos, prioridades y dotación presupuestaria con los que se ha diseñado e implementado cada una de las redes autonómicas. A día de hoy, no siempre resulta fácil reconocer unas señas de identidad básicas y comunes en las distintas CCAA, y las redes de servicios presentan una normativa, financiación y organización desigual.
La Federación Española de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana considera que ha llegado el momento de avanzar hacia un modelo común de Atención Temprana en toda España, y para ello se celebra el día 15 de abril de 2019 el Día de la Atención Temprana,
Precisando un marco regulador que garantice los contenidos de la prestación, los principios de actuación, el modelo de provisión, las condiciones de acreditación e indicadores de evaluación, así como la financiación regular y suficiente de los servicios.
La Atención Temprana debe ser objeto de reconocimiento como derecho subjetivo a través de una ley o norma estatal. Defendemos un sistema en el que la financiación sea pública en su totalidad y prestada a través de Centros de Atención Temprana propios o concertados, sin que la concertación atienda únicamente a criterios económicos sino a parámetros de calidad. Por último, apoyamos que las familias y los niños y niñas deben ser parte activa de los procesos que se realicen, y defendemos que éstos precisan de profesionales especializados en Desarrollo Infantil y Atención Temprana a partir de sus respectivas disciplinas.
Todos los niños y niñas de 0 a 6 años que presentan problemas y preocupaciones evolutivas en algún momento de su desarrollo, lo que representa un 10% de la población infantil de esa franja de edad. Supondría atender a 255.227 niños en España (2.552.268 niños de 0-6 años).
Los padres, los abuelos, los profesionales de guardería y los pediatras son los que habitualmente detectan signos de alarma que suponen demora o dificultad en el desarrollo en relación con su edad y condición madurativa. El pediatra de atención primaria ocupa un lugar privilegiado en la detección.
Estos signos de alarma pueden estar referidos a la alimentación, visión y audición, interacción social, apego, desarrollo motor, lenguaje y capacidad de aprendizaje.
La Atención Temprana precisa de equipos multidisciplinares de profesionales especializados en desarrollo infantil para atender la globalidad del niño/a y su familia con un enfoque holístico Los perfiles que pueden acceder a la formación especializada en Desarrollo Infantil y Atención Temprana: Pedagogía, Psicopedagogía, Psicología, Logopedia, Educación Social, Trabajo Social, Magisterio, Enfermería, Terapia Ocupacional, Fisioterapia y Medicina.
Los objetivos en Atención Temprana deben ser realistas y consensuados con la familia. Evitará o reducirá la aparición de efectos o déficits producidos por un trastorno o situación de alto riesgo. Optimizará, en la medida de lo posible el desarrollo del niño. Reducirá los efectos de una deficiencia sobre el conjunto global del desarrollo del niño. Introducirá mecanismos de compensación, eliminación de barreras y adaptación a necesidades específicas. Atenderá y cubrirá las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el que vive el niño/a.
En definitiva persigue una inclusión plena del niño/a en la sociedad.
La Atención Temprana considera al niño/a y a la familia como sujetos activos de la intervención. La familia participa en el planteamiento de los objetivos y en el desarrollo de los mismos.
Cuando las cosas van mal, las familias necesitan: saber que no están solos, que puede afrontarse el futuro, participar en las decisiones, realismo y a la vez esperanza.
El 15 de abril de 2019 es el día elegido por la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana o GAT para sensibilizar y visibilizar la importancia de estas intervenciones en los niños. Por primera vez, en España, se reivindicará el Día de la Atención Temprana y por este motivo decidimos contactar con José Luis Peña Segura, presidente del GAT para que nos informe de primera mano lo que supone celebrar por primera vez el Día de la Atención Temprana en España.
José Luis Peña es médico especialista en Pediatría y en Neurología Pediátrica por la Asociación Española de Pediatría y durante su carrera profesional ha luchado por impulsar y dar visibilidad a estas intervenciones en bebés y niños de hasta 6 años.
Como explica José Luis Peña, neurólogo y presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana, alrededor de 255.227 niños en España, es decir, un 10% de la población infantil, necesitará este tipo de intervención en algún momento de su desarrollo.
Según el Libro Blanco de la Atención Temprana (2000) elaborado por el GAT y que podemos encontrar en su página Web, la Atención Temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.
En Atención Temprana no hablamos de terapias, sino de intervenciones. Debe iniciarse lo más pronto posible, cuando surjan los primeros signos de alarma, ya que tiene su fundamento científico en bases neurobiológicas, la mayor inmadurez y plasticidad del sistema nervioso en los primeros años de la vida.
La Atención Temprana abarca además la prevención y sensibilización de la sociedad en el cuidado de los niños. La prevención debería comenzar incluso antes de la gestación, continuar en la gestación, en el período neonatal y durante la crianza. Una parte importante del desarrollo del sistema nervioso del feto ha ocurrido ya, antes de que la futura madre sepa que está embarazada.
La Atención Temprana ha sido reconocida e impulsada en los últimos años, en las diferentes CCAA del Estado como una prestación imprescindible para todos los niños/as y sus familias que la precisen. Se ha producido un extenso y continuado despliegue de normas, procedimientos y redes de servicios en todo el Estado. Estas iniciativas se han realizado apelando a bases y principios semejantes, pero en la adaptación a las distintas realidades se ha generado una diversidad excesiva en los ámbitos, coberturas, criterios, estructuras, procedimientos, objetivos, prioridades y dotación presupuestaria con los que se ha diseñado e implementado cada una de las redes autonómicas. A día de hoy, no siempre resulta fácil reconocer unas señas de identidad básicas y comunes en las distintas CCAA, y las redes de servicios presentan una normativa, financiación y organización desigual.
La Federación Española de Asociaciones de Profesionales de la Atención Temprana considera que ha llegado el momento de avanzar hacia un modelo común de Atención Temprana en toda España, y para ello se celebra el día 15 de abril de 2019 el Día de la Atención Temprana,
Precisando un marco regulador que garantice los contenidos de la prestación, los principios de actuación, el modelo de provisión, las condiciones de acreditación e indicadores de evaluación, así como la financiación regular y suficiente de los servicios.
La Atención Temprana debe ser objeto de reconocimiento como derecho subjetivo a través de una ley o norma estatal. Defendemos un sistema en el que la financiación sea pública en su totalidad y prestada a través de Centros de Atención Temprana propios o concertados, sin que la concertación atienda únicamente a criterios económicos sino a parámetros de calidad. Por último, apoyamos que las familias y los niños y niñas deben ser parte activa de los procesos que se realicen, y defendemos que éstos precisan de profesionales especializados en Desarrollo Infantil y Atención Temprana a partir de sus respectivas disciplinas.
Todos los niños y niñas de 0 a 6 años que presentan problemas y preocupaciones evolutivas en algún momento de su desarrollo, lo que representa un 10% de la población infantil de esa franja de edad. Supondría atender a 255.227 niños en España (2.552.268 niños de 0-6 años).
Los padres, los abuelos, los profesionales de guardería y los pediatras son los que habitualmente detectan signos de alarma que suponen demora o dificultad en el desarrollo en relación con su edad y condición madurativa. El pediatra de atención primaria ocupa un lugar privilegiado en la detección.
Estos signos de alarma pueden estar referidos a la alimentación, visión y audición, interacción social, apego, desarrollo motor, lenguaje y capacidad de aprendizaje.
La Atención Temprana precisa de equipos multidisciplinares de profesionales especializados en desarrollo infantil para atender la globalidad del niño/a y su familia con un enfoque holístico Los perfiles que pueden acceder a la formación especializada en Desarrollo Infantil y Atención Temprana: Pedagogía, Psicopedagogía, Psicología, Logopedia, Educación Social, Trabajo Social, Magisterio, Enfermería, Terapia Ocupacional, Fisioterapia y Medicina.
Los objetivos en Atención Temprana deben ser realistas y consensuados con la familia. Evitará o reducirá la aparición de efectos o déficits producidos por un trastorno o situación de alto riesgo. Optimizará, en la medida de lo posible el desarrollo del niño. Reducirá los efectos de una deficiencia sobre el conjunto global del desarrollo del niño. Introducirá mecanismos de compensación, eliminación de barreras y adaptación a necesidades específicas. Atenderá y cubrirá las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el que vive el niño/a.
En definitiva persigue una inclusión plena del niño/a en la sociedad.
La Atención Temprana considera al niño/a y a la familia como sujetos activos de la intervención. La familia participa en el planteamiento de los objetivos y en el desarrollo de los mismos.
Cuando las cosas van mal, las familias necesitan: saber que no están solos, que puede afrontarse el futuro, participar en las decisiones, realismo y a la vez esperanza.
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