Cuando estamos embarazadas de nuestro primer hijo esperamos el momento del parto con un sinfín de emociones de todo tipo. Entre todas ellas el miedo. Sin embargo, cuando ya somos madres y repetimos gestación es probable que nos asuste mucho más el postparto, un período mucho más largo y complicado. A pesar de este hecho, no es un tema ni que se hable demasiado ni para el que seamos convenientemente preparadas. Danielle ha decidido compartir con otras madres como fue el suyo.
Cuenta como era un desastre y que además el padre de la criatura tuvo que volver al trabajo. Comenta como sus pezones estaban agrietados y sangraban y que su bebé estaba hambriento porque no tenía suficiente leche.
Añade que no había dormido nada desde que empezó el trabajo del parto y que su vagina le dolía. Declara que estaba a punto de volverse loca.
Cuenta como una noche vino una de sus 7 hermanas a cenar y le sacó precisamente esa fotografía, porque a pesar del momento difícil que estaba pasando la veía muy hermosa. Le dijo cómo se encontraba, a lo que su hermana respondió que la entendía porque había pasado por lo mismo. Comenta como esas palabras le hicieron ver que otras mujeres estaban pasando por lo mismo.
Para ella fue fundamental que alguien le dijera que era normal lo que le estaba ocurriendo, concluye diciendo lo siguiente:
Tuve un puerperio mágico. No fue fácil, pero me apoyaron, me alimentaron y me recordaron que otras madres antes que yo habían atravesado esta parte de la maternidad y que salieron adelante.
Después de compartir su historia otras miles de madres le escribieron para contarle lo mucho que les habían aliviado sus palabras y han creado una página en internet para compartir vivencias similares.
Cuando estamos embarazadas de nuestro primer hijo esperamos el momento del parto con un sinfín de emociones de todo tipo. Entre todas ellas el miedo. Sin embargo, cuando ya somos madres y repetimos gestación es probable que nos asuste mucho más el postparto, un período mucho más largo y complicado. A pesar de este hecho, no es un tema ni que se hable demasiado ni para el que seamos convenientemente preparadas. Danielle ha decidido compartir con otras madres como fue el suyo.
Cuenta como era un desastre y que además el padre de la criatura tuvo que volver al trabajo. Comenta como sus pezones estaban agrietados y sangraban y que su bebé estaba hambriento porque no tenía suficiente leche.
Añade que no había dormido nada desde que empezó el trabajo del parto y que su vagina le dolía. Declara que estaba a punto de volverse loca.
Cuenta como una noche vino una de sus 7 hermanas a cenar y le sacó precisamente esa fotografía, porque a pesar del momento difícil que estaba pasando la veía muy hermosa. Le dijo cómo se encontraba, a lo que su hermana respondió que la entendía porque había pasado por lo mismo. Comenta como esas palabras le hicieron ver que otras mujeres estaban pasando por lo mismo.
Para ella fue fundamental que alguien le dijera que era normal lo que le estaba ocurriendo, concluye diciendo lo siguiente:
Tuve un puerperio mágico. No fue fácil, pero me apoyaron, me alimentaron y me recordaron que otras madres antes que yo habían atravesado esta parte de la maternidad y que salieron adelante.
Después de compartir su historia otras miles de madres le escribieron para contarle lo mucho que les habían aliviado sus palabras y han creado una página en internet para compartir vivencias similares.
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