Cuando estamos embarazadas, solemos idealizar la lactancia. Pensamos que será algo sencillo y natural, que nos unirá aún más a nuestro bebé. Es cierto que en muchos casos es así, pero en otros muchos no lo es y esas complicaciones llevan a que incluso no se pueda establecer y haya que recurrir la leche de fórmula. Sin embargo no nos cansamos de leer estudios que nos cuentan los beneficios de la lactancia materna en el presente y el futuro de nuestros hijos. Os hablamos sobre el último que hemos conocido.

Más inteligentes, con más estudios y con un sueldo mayor

Según un estudio de la Universidad Federal de Pelotas en Brasil, la lactancia materna prolongada hace que el niño tenga un mejor rendimiento escolar y mejora su cociente intelectual cuando ya es adulto.

Para llevar a cabo la investigación se analizaron los datos de 6.000 bebés nacidos en el año 1982 en el municipio de Pelotas. Treinta años después, 3.493 de ellos realizaron un test para medir su cociente intelectual. Los dividieron en 5 grupos teniendo en cuenta el tiempo que habían tomado leche materna, la genética, la edad de la madre, si había fumado en la gestación, el parto y el peso al nacer. Los resultados del estudio fueron que aquellos que habían sido alimentados durante más de un año con leche materna tenían 0,9 años más de escolaridad, un cociente intelectual superior, pero además ganaban 98 euros más al mes (teniendo en cuenta que el salario medio en Brasil ronda los 300 euros). Uno de los autores del estudio señaló que el efecto de la lactancia materna prolongada influye en el desarrollo cerebral y la inteligencia de los niños, pero que además estos beneficios persisten cuando llegan a adultos.

Los expertos creen que este estudio necesita respaldarse con nuevas investigaciones que incidan en los efectos que tiene en el futuro del niño la lactancia materna prolongada. De lo que no hay duda es de que merece la pena que nos esforcemos por alimentar de esta forma a nuestros bebé el mayor tiempo posible.