Mis fervientes admiradores me piden que vuelva, que la blogosfera se ha quedado huérfana sin mis posts. Esto me lo dice el mío amore, no nos engañemos, pero yo que me lo creo, vuelvo a la carga, paxarito colgando y un montón de bodies, pijamas y polainas por lavar. ¡Que hay que ver la de vocabulario infantil que estoy aprendiendo señores!

 

La vida ha cambiado. Servidora no duerme porque paxarito es un santo pero de noche se convierte en un energúmeno y no hay quien le calle. El bombo se ha evaporado, y en su lugar tengo una barriga pocha y un ombligo profundo que parece el lago Michigan. El tiempo es una repetición de acontecimientos cual día de la Marmota, el ciclo sin fin: dar el pecho, los gases, cambiar pañales, acunar al enano... y, entre medias, robarle tiempo al tiempo para ver alguna peli o ponerse al día con el trabajo que sigue llegando a mi bandeja de entrada, ¡y que no falte!

 

Sé que hay muchas embarazadas por ahí, bloggers y no bloggers, así que este post va para ellas. Un consejo queridas, que les espera lo más total de este mundo: ¡¡¡¡ser mammas!!!!

 

Con mucho gusto les enseñaría yo una foto de mi pequeño pajarito, que es reguapo y mono como un anuncio de Dodotis, pero el mio amore es anti redes sociales y ya me avisó al dar a luz: "como cuelgues a mi hijo en tu blog o en el facebook ése te meto un virus asesino en el portátil". Y el que avisa no es traidor...