Según dos estudios internacionales presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, la quimioterapia o radioterapia en mujeres embarazadas no conlleva ningún tipo de riesgo para el desarrollo mental o cardiaco del futuro bebé.
Sin duda se trata de estudios importantes respecto a la gestación; y es que, como bien asegura Frederic Amant, del Hospital Universitario de Lovaina (Bélgica): “El miedo por los riesgos de la administración de quimioterapia no debe ser una razón para interrumpir un embarazo, retrasar el tratamiento del cáncer de la madre o dar a luz antes de tiempo”. Así, el miedo o reparo que presentaban algunos oncólogos a la hora de administrar estas terapias a embarazadas queda aliviado por estos tres estudios diferentes pero comunes.
En el primer estudio se centraron en analizar el desarrollo mental y la salud cardiaca de 38 niños expuestos a la quimioterapia antes de nacer y fueron comparados con otros 38 niños que no fueron expuestos a estas terapias. Al medir su desarrollo mental a los dos años de edad, vieron que ambos grupos contaban con un nivel normal. Asimismo, las funciones cardiacas estaban dentro de los rangos normales en ambos casos.
En el segundo estudio se analizó el impacto de la radioterapia en hijos de mujeres con cáncer. Se analizó a unos 16 niños y 10 adultos que habían estado expuestos a la radioterapia en el útero. El resultado fue que todos los individuos estudiados contaban con resultados neuropsicológicos, conductuales y generales dentro de lo normal. Tan sólo un niño reveló un estado cognitivo severo, no obstante, los médicos aseguran que se debía a complicaciones en el embarazo.
Según dos estudios internacionales presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, la quimioterapia o radioterapia en mujeres embarazadas no conlleva ningún tipo de riesgo para el desarrollo mental o cardiaco del futuro bebé.
Sin duda se trata de estudios importantes respecto a la gestación; y es que, como bien asegura Frederic Amant, del Hospital Universitario de Lovaina (Bélgica): “El miedo por los riesgos de la administración de quimioterapia no debe ser una razón para interrumpir un embarazo, retrasar el tratamiento del cáncer de la madre o dar a luz antes de tiempo”. Así, el miedo o reparo que presentaban algunos oncólogos a la hora de administrar estas terapias a embarazadas queda aliviado por estos tres estudios diferentes pero comunes.
En el primer estudio se centraron en analizar el desarrollo mental y la salud cardiaca de 38 niños expuestos a la quimioterapia antes de nacer y fueron comparados con otros 38 niños que no fueron expuestos a estas terapias. Al medir su desarrollo mental a los dos años de edad, vieron que ambos grupos contaban con un nivel normal. Asimismo, las funciones cardiacas estaban dentro de los rangos normales en ambos casos.
En el segundo estudio se analizó el impacto de la radioterapia en hijos de mujeres con cáncer. Se analizó a unos 16 niños y 10 adultos que habían estado expuestos a la radioterapia en el útero. El resultado fue que todos los individuos estudiados contaban con resultados neuropsicológicos, conductuales y generales dentro de lo normal. Tan sólo un niño reveló un estado cognitivo severo, no obstante, los médicos aseguran que se debía a complicaciones en el embarazo.
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