Durante la vida de una mujer pueden presentarse ocasiones que obliguen a posponer la maternidad pero no a renunciar a ella. Puede ser que tengan que enfrentar un diagnóstico médico que le impida ser madre por el momento o también que decida por sí misma no tener un bebé ahora pero sí tenerlo más adelante. Es una situación cuando la vitrificación de ovocitos es la respuesta al deseo de ser madre pero postergando ese mismo deseo para más adelante.

Así que todas las mujeres que desean posponer el momento de tener un hijo, también es la forma de que pueda ser madre aquella mujer que es también una paciente oncológica o no oncológica pero destinadas a recibir los tratamientos gonadotóxicos. Asimismo, es la forma de preservar la maternidad para las que sufren de endometriosis y por ello han sido sometidas a múltiples cirugías del ovario.

La vitrificación es una forma exitosa de preservar la maternidad cuando existe una baja respuesta para ya sea acumular los ovocitos o para tener cantidad de ellos suficiente también cuando hay riesgo de SHO, la aparición de pólipos, diagnóstisco de hidrosálpinx o hidrometras, ausencia de espermatozoides y otras condiciones similares en que es mejor hacer la transferencia embrionaria en un ciclo totalmente distinto del de estimulación folicular.

La congelación tradicional de los ovocitos ya existe desde tiempo atrás, pero la vitrificación de los ovocitos actual es tan adecuada que los óvulos no corren riesgo de dañarse por el aparecimiento de cristales y por ello, el porcentaje de éxito en la preservación de los óvulos es de cerca del 97%.

La técnica de vitrificación, denominada Cryotop, tiene estupendos resultados y es resultado del trabajo pionero de IVI que le ha colocado como líder en Europa de la aplicación clínica de esta técnica de preservación de los óvulos un 97% en pacientes jóvenes menores de 35 años que llegan a alcanzar un 65% de embarazos y un 40% de implantación.

Para muchas mujeres el concepto de vitrificación de ovocitos puede resultar todo un enigma y parecerles totalmente complicado pero para nada es así, éste es solo un proceso de solidificación en que los ovocitos se tratan con sustancias criopotectoras para ser sumergidos en nitrógeno líquido a -196°C de temperatura, un proceso que comprende la estimulación del ovario con hormonas, aspiración de los ovocitos, inseminación y fecundación de los mismos para luego hacer la vitrificación por el método cryotop y almacenando los ovocitos en nitrógeno líquido.

Sabemos que un diagnóstico de cáncer puede entorpecer la maternidad, pero con la vitrificación, las pacientes pueden optar por diferir quedar embarazadas, luego de someterse a un tratamiento contra el cáncer mayormente en los casos de diagnóstico del cáncer de mama. Una forma de preservar la maternidad que debe tener en cuenta antes de someterse a un tratamiento de quimioterapia.

Para ello, deberá tenerse en cuenta la edad, la función ovárica y la reserva folicular, así como el tiempo con el que se cuenta para realizar esta alternativa de preservación de fertilidad hasta el inicio de la quimioterapia y con la aprobación oncológica. Es normal como ocurriría en cualquier condición de salud que la técnica pueda tener o no tener éxito, pero contar la posibilidad de postergar la maternidad mientras se trata de una enfermedad, es algo con lo que no se contaba antes y que ahora es una alternativa a tener en cuenta, que como hemos dicho tiene un alto margen de éxito.