Ser demasiado delgada podría perjudicar a las gestantes durante el embarazo y al momento del parto. Esta es la conclusión de una investigación española cuya finalidad es animar a las futuras madres a mantener buenos hábitos alimenticios por su bien y el de sus bebés.
El estudio publicado en “The Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine” explica que una de las consecuencias de mantener un peso por debajo de los niveles normales de acuerdo a la estatura de cada mujer, sería la probabilidad de sufrir oligohidramnios, es decir la disminunición de líquido amniótico, y además, al término del embarazo, el recién nacido podría nacer con menor peso al esperado.
Pero si la delgadez en niveles preocupantes perjudica a la madre y al bebé, también la obesidad es un factor a mencionar. Los investigadores del Hospital Virgen de las Nieves de Granada analizaron el caso de 3.016 gestantes con diferentes pesos, al finalizar concluyeron que las mujeres obesas tienen mayor probabilidad de dar a luz en un parto prematuro a bebés con trastornos de hipertensión o con sobrepeso. Y por esta última razón la madre debe ser intervenida a una cesárea para evitar mayores riesgos sobre el pequeño.
Si bien hasta el momento se nos alerta sobre lo peligroso que es desarrollar obesidad en el embarazo, a la vez es importante considerar todos los grupos de alimentos y en las cantidades necesarias para tener un bebé saludable y librarnos de mayores complicaciones en nuestra salud.
Ser demasiado delgada podría perjudicar a las gestantes durante el embarazo y al momento del parto. Esta es la conclusión de una investigación española cuya finalidad es animar a las futuras madres a mantener buenos hábitos alimenticios por su bien y el de sus bebés.
El estudio publicado en “The Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine” explica que una de las consecuencias de mantener un peso por debajo de los niveles normales de acuerdo a la estatura de cada mujer, sería la probabilidad de sufrir oligohidramnios, es decir la disminunición de líquido amniótico, y además, al término del embarazo, el recién nacido podría nacer con menor peso al esperado.
Pero si la delgadez en niveles preocupantes perjudica a la madre y al bebé, también la obesidad es un factor a mencionar. Los investigadores del Hospital Virgen de las Nieves de Granada analizaron el caso de 3.016 gestantes con diferentes pesos, al finalizar concluyeron que las mujeres obesas tienen mayor probabilidad de dar a luz en un parto prematuro a bebés con trastornos de hipertensión o con sobrepeso. Y por esta última razón la madre debe ser intervenida a una cesárea para evitar mayores riesgos sobre el pequeño.
Si bien hasta el momento se nos alerta sobre lo peligroso que es desarrollar obesidad en el embarazo, a la vez es importante considerar todos los grupos de alimentos y en las cantidades necesarias para tener un bebé saludable y librarnos de mayores complicaciones en nuestra salud.
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