Son dos sencillas palabras y quizás unas de las primeras que pronunciarán nuestros pequeños cerca a los 2 años de vida. ¿Es una casualidad?

Según un estudio realizado por expertos de la Universidad de la Columbia Británica,  las palabras más complejas no causan reacciones en el cerebro del bebé, a diferencia de las simples.  Nuestro aparato fonador emite  con mayor facilidad ciertos sonidos, por ejemplo, aquellos  donde letras como la "p", "m" o  la "g"  están incluidas, algo totalmente contrario  cuando se trata de otras más complejas donde la "r" y la "z" son pronunciadas.

De este modo,  la estructura cerebral del bebé permite que ellos pronuncien con prontitud palabras con repetición de sílabas, algunas con sentido como mama o papa y otras sin ningún significado que solo responden a su intención de empezar a hablar.

Cerca de los 12 meses el bebé intenta comunicarse para satisfacer sus necesidades, no solo puede señalar con el dedo a sus seres queridos o los objetos y alimentos que desea alcanzar, ahora también intenta llamarlos por su nombre. Es una etapa muy especial para nosotros los padres porque observamos que nuestros pequeños pronto serán más independientes.