Aunque no lo creamos, productos como nuestro maquillaje, cremas solares, pasta de dientes e incluso algunos alimentos, pueden causar problemas de fertilidad. Todos estos productos catalogados como interruptores endocrinos, han sido el objeto de estudio de una investigación publicada en EMBO Reports. Una investigación que demuestra que estos interruptores pueden interferir en la capacidad de movimiento, navegación y penetración de un óvulo del esperma humano.

¿Qué son los interruptores endocrinos?

Podemos decir que estos interruptores endocrinos son químicos que afectan al sistema endocrino. Teniendo en cuenta que este sistema es el encargado de regular nuestras hormonas, no es de extrañar que esté relacionado con la fertilidad.

Estos interruptores endocrinos pueden ser creados por el hombre, pero también pueden ser naturales. Así pues, los investigadores ya cuentan con una amplia lista de ellos entre los que encontramos el mercurio o la dioxina.

Estudio y conclusiones

El estudio, realizado por científicos de Alemania y Dinamarca, analizó cómo reaccionaba el esperma humano ante la exposición a unos 96 interruptores endocrinos. Los resultados no se hicieron esperar: más de un tercio de los químicos empleados suscitaron un efecto negativo en el esperma humano.

Muchos de estos interruptores aumentaban la cantidad de calcio de las células de esperma. Hay que señalar que el calcio es el encargado de controlar muchas de las funciones del esperma. Así pues, un aumento o simplemente un cambio en el nivel del mismo, podría interferir en la mortalidad del esperma o en su navegación hasta el ovario.

Además, otros interruptores consiguieron que el esperma fuera menos sensible ante la progesterona y prostaglandina, dos hormonas cuya misión es ayudar al esperma a que navegue más rápido hasta el óvulo femenino.

Lo cierto es que, como bien hacían saber los investigadores de este estudio, es muy difícil mantenerse lejos de estos interruptores, y es que diariamente nos exponemos a alimentos, ropa, cosméticos etc que están llenos de estos químicos. La única solución, aseguraban, era elegir un gobierno que sea tajante en este tipo de cuestiones, y que realice una política mucho más ambiental, cuidando así estos aspectos que pueden ser perjudiciales a la tasa de natalidad de cualquier país.