Mucho, en principio forjar el camino a la consciencia social y profesional, pues en mi opinión y por experiencia propia, todos y cada uno de los que formamos y participamos en este mundo hemos corrido un tupido velo ante este tema. Por no entender, comprender y ante todo porque prejuzgamos antes de escuchar, y lo siguiente, por el miedo y desconocimiento sobre cómo tratar y trabajar con una mamá a la que le diagnostican una depresión posparto.

¿Cómo tratar una depresión posparto o tristeza posparto?

En caso de que el médico lo apruebe deberás tener en cuenta algunos consejos e indicaciones para llevar a cabo el tratamiento de la depresión posparto, en este artículo te ofrecemos algunos consejos muy prácticas para recuperarte.

A nivel profesional:

Informar, charlas, talleres diversos, centros especializados, tratar el tema en el curso de preparación al parto... Tenemos que entender, que no sólo la lactancia, la respiración y cómo empujar es lo fundamental para una futura madre sea primeriza o no.

Dicha información es muy importante, ¿pero dónde ha quedado el tratar y trabajar sobre la base emocional de la madre? ¿Somos conscientes de que ésta constituye el 80% del trabajo ante la actitud de cómo nos vamos a enfrentar a la maternidad y durante el embarazo?

Nos hemos centrado en la técnica y nos hemos olvidado de preguntar cómo se sienten a nivel emocional y anímico, cuáles son sus preocupaciones y cómo están sobrellevando toda las etapas. Estas preguntas tan sencillas solucionarían mucho, porque lo que hacemos con ellos es escuchar la primera piedra para que toda mamá con depresión posparto inicie el camino a ser consciente de su problema y ser capaz de pedir ayuda.

A nivel social:

No juzgar ni señalar, apoyar, escuchar y acompañar, dar normalidad al tema, para que nadie tenga que sufrir miedo, culpa o vergüenza. En casa, ante todo, respeto por parte de todos los miembros de la familia. A veces cometemos el error de pensar que como otros hemos sido padres tenemos el derecho para "dar clases de ello" a quien ni siquiera lo ha pedido, y sin tener en cuenta que cada uno vive su maternidad y paternidad a su manera.

A nivel particular:

Buscar ayuda profesional, intentar hablar con los que nos rodean, contar los que nos pasa, lo que sufrimos y cómo nos sentimos, haciendo frente al miedo, a la vergüenza, a lo que nos digan... Es importante recuperar nuestro bienestar lo antes posible, y eso rara vez en esta situación lo podemos hacer solas, así que que no te avergüence pedir ayuda, porque con ello encontrarás el camino de empezar a vivir no solo una maternidad sana y feliz, sino de reencontrarte contigo misma y con tu propia felicidad.