En la sociedad en la que vivimos actualmente en nuestro país, prima la individualidad, desgraciadamente para nosotros. Muchas mujeres se han sumergido en un mundo laboral que las tiene sometidas a horarios rígidos, a tensiones. También se ha perdido la sana costumbre de reunirse periódicamente mujeres solas para hablar de sus inquietudes, de “sus cosas”. Las prisas y el estrés son malas consejeras para tomar conciencia de nuestro cuerpo y de los procesos que pasamos a lo largo de la vida. Si nos centramos en la maternidad, son bastantes las mujeres que llegan a ser madres a una edad en la que no es fácil encontrarse con niños pequeños en el entorno. Incluso algunas llegan a tener un primer hijo sin haber tenido un bebé en brazos, sin haber visto siquiera cómo se amamanta.
También se da la circunstancia, y esto es algo que constato desde la experiencia, de que la mayoría de chicas que van a ser madres no comparten con las suyas, ni con mujeres mayores que ellas, sus dudas, sus miedos… sus intereses, bien porque creen que están desfasadas, bien porque piensan que no las van a entender… o simplemente porque creen que no las necesitan. Está bien, cada una tendrá sus motivos que yo respeto. Pero… Una mujer en proceso de maternidad necesita de tribu. Y aunque existe una tribu virtual ¡afortunadamente para muchas mujeres que no tienen otra opción!, no es lo mismo que estar hombro con hombro, cara a cara con la posibilidad de dar y obtener un abrazo en un momento dado. La figura de la Doula resurge desde esta necesidad de compañía, de apoyo, de comprensión, de acompañamiento, etc.
Aunque cada vez abundan más los estudios que verifican el descenso de partos hospitalarios instrumentalizados y medicalizados cuando la mujer goza de un buen y continuo acompañamiento, especialmente con una Doula, son todavía bastantes las mujeres que no eligen esta opción. Por otro lado, son cada vez más los partos en casa donde se requiere la presencia de una Doula, ya que no supone ningún inconveniente.
Desde aquí, animo a las mujeres que deseen quedarse embarazadas y/o las que ya están en ello, a que se informen qué es una Doula y qué es lo que hace. Animo también a leer testimonios de quienes han disfrutado del acompañamiento, porque de primera mano, es la mejor forma de conocerlo y de integrarlo.
En la sociedad en la que vivimos actualmente en nuestro país, prima la individualidad, desgraciadamente para nosotros. Muchas mujeres se han sumergido en un mundo laboral que las tiene sometidas a horarios rígidos, a tensiones. También se ha perdido la sana costumbre de reunirse periódicamente mujeres solas para hablar de sus inquietudes, de “sus cosas”. Las prisas y el estrés son malas consejeras para tomar conciencia de nuestro cuerpo y de los procesos que pasamos a lo largo de la vida. Si nos centramos en la maternidad, son bastantes las mujeres que llegan a ser madres a una edad en la que no es fácil encontrarse con niños pequeños en el entorno. Incluso algunas llegan a tener un primer hijo sin haber tenido un bebé en brazos, sin haber visto siquiera cómo se amamanta.
También se da la circunstancia, y esto es algo que constato desde la experiencia, de que la mayoría de chicas que van a ser madres no comparten con las suyas, ni con mujeres mayores que ellas, sus dudas, sus miedos… sus intereses, bien porque creen que están desfasadas, bien porque piensan que no las van a entender… o simplemente porque creen que no las necesitan. Está bien, cada una tendrá sus motivos que yo respeto. Pero… Una mujer en proceso de maternidad necesita de tribu. Y aunque existe una tribu virtual ¡afortunadamente para muchas mujeres que no tienen otra opción!, no es lo mismo que estar hombro con hombro, cara a cara con la posibilidad de dar y obtener un abrazo en un momento dado. La figura de la Doula resurge desde esta necesidad de compañía, de apoyo, de comprensión, de acompañamiento, etc.
Aunque cada vez abundan más los estudios que verifican el descenso de partos hospitalarios instrumentalizados y medicalizados cuando la mujer goza de un buen y continuo acompañamiento, especialmente con una Doula, son todavía bastantes las mujeres que no eligen esta opción. Por otro lado, son cada vez más los partos en casa donde se requiere la presencia de una Doula, ya que no supone ningún inconveniente.
Desde aquí, animo a las mujeres que deseen quedarse embarazadas y/o las que ya están en ello, a que se informen qué es una Doula y qué es lo que hace. Animo también a leer testimonios de quienes han disfrutado del acompañamiento, porque de primera mano, es la mejor forma de conocerlo y de integrarlo.
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