Asombroso pero cierto. Esta vez una soldado británica se ha convertido en madre mientras prestaba servicio en Afganistán. La mujer asegura no haberse percatado de los síntomas durante los 9 meses de gestación, y cuando llegaron las contracciones de parto ella pensó que se trataba de cólicos estomacales. 

Se cree que una de las causas de un suceso tan raro es la autonegación. Sucede especialmente entre las jóvenes que temen enfrentar a sus padres o entre las mujeres que por alguna causa no observan las señales propias de un embarazo.  La autonegación no es algo consiente y en ocasiones la ausencia de síntomas de embarazo ayudan a ignorar la verdadera condición.

Sin embargo, muchos dudan y creen que es imposible continuar con normalidad sin notar el crecimiento del abdomen y los movimientos fetales desde la semana 20 en adelante. Tal vez la confusión es más natural en mujeres con sobrepeso, quienes miran con naturalidad su abultado vientre y no sienten las pataditas del bebé debido a su exceso de peso, pero no solo en ellas puede ocurrir.

La ausencia de menstruación, otro de los signos de embarazo, es confundido con el sangrado leve  ocurrido en los 3 primeros meses. Y las náuseas matutinas no siempre forman parte de los síntomas en todas las mujeres, lo cual no ayuda a vislumbrar la futura maternidad.

En cada persona puede ser diferente, pero más allá de las causas y del sorpresivo nacimiento, es una gran bendición que el bebé llegue al mundo sano muy y a pesar de que su madre no recibió  los cuidados prenatales necesarios para asegurar su buen desarrollo. El caso de la soldado británica es un de aquellos donde, gracias a Dios,  tanto la madre como el bebé no tuvieron ningún problema y gozan de buena salud.