La reciente maternidad de una mujer de 61 años hizo noticia hace unos días, especialmente porque se trataba de una madre de alquiler que llevaba en el vientre a su propio nieto.

Kristine Casey se convenció de ayudar a su hija Sara y a su yerno luego de que la pareja se sometiera a tratamientos de fertilidad para lograr ser padres, sin encontrar en ninguna de las 2 ocasiones el ansiado embarazo. En el primero sus gemelos nacieron sin vida, mientras que en el segundo, un aborto espontáneo impidió su gran sueño.

Esta abuela sexagenaría ha demostrado con su hazaña que más allá de la juventud se necesita gozar de un buen estado de salud y de mucha disposición para someterse a todos los exámenes previos o tratamientos hormonales necesarios para que quedarse embarazada.

"Los tres días más felices de mi vida fueron dando a luz a mis hijas, y pensé que tenía la opción de hacer esto por alguien que amo", dijo muy conmovida Casey, mientras disfrutaba de la presencia de su primer nieto.

Desde luego que el tema genera opiniones divididas y habrán quienes nunca lo intentarían a pesar de no lograr concebir.