Hace unos días se publicó un estudio realizado en Dinamarca en la revista Plos Medicine que era realmente interesante. Al parecer, habían descubierto indicios suficientes como para afirmar que la cesárea está asociada a un ligero aumento en la tasa de muerte fetal posterior y embarazo ectópico.
El estudio realizado por Louise Kenny y su equipo de la Universidad de Cork, Irlanda, así como la Universidad de Aarhus, Dinamarca, observó el aumento global de las cifras de cesáreas, teniendo en cuenta la vinculación con la muerte fetal y los embarazos ectópicos, esta información debería ser conocida por las embarazadas, sus parejas y las personas responsables de la atención médica.
Los investigadores estudiaron los datos de unas 832.996 mujeres inscritas en los registros nacionales de Dinamarca con un primer hijo nacido a través de cesárea, observando así si el segundo embarazo terminó en muerte fetal, aborto involuntario, embarazo ectópico o un segundo nacimiento sin problemas.
Tras documentarse con todos estos datos, los investigadores utilizaron modelos estadísticos para poder estimar la tasa de las complicaciones del embarazo tras una cesárea comparada con las complicaciones tras un parto vaginal.
Los resultados, si bien es cierto que no son escandalosos, son lo suficientemente importantes como para tener en cuenta esta asociación; y es que las mujeres que se sometieron a cesáreas registraron un aumento del 14% en la tasa de muerte fetal en el siguiente embarazo en comparación con aquellas mujeres que tuvieron un parto vaginal. Esto aumentó el riesgo absoluto en un 0,03%
Los datos están ahí y así, los resultados hablan por sí solos. En comparación con un parto vaginal, si somos sometidas a una cesárea se elevará el riesgo de sufrir un embarazo ectópico un total de un 9 por ciento, un incremento del riesgo absoluto del 0,1%.
Si bien es cierto que estos hallazgos son interesantes para las mujeres embarazadas, seguramente sean mucho más importantes para los profesionales de la salud, pues son ellos los que practican las cesáreas, que han aumentado considerablemente en todo el mundo. No obstante, el profesor Kenny ha querido tranquilizar diciendo que el aumento es bajo y evidentemente hay casos en los que la cesárea es completamente necesaria, bien por peligros para la madre, bien por peligros para el niño.
Hace unos días se publicó un estudio realizado en Dinamarca en la revista Plos Medicine que era realmente interesante. Al parecer, habían descubierto indicios suficientes como para afirmar que la cesárea está asociada a un ligero aumento en la tasa de muerte fetal posterior y embarazo ectópico.
El estudio realizado por Louise Kenny y su equipo de la Universidad de Cork, Irlanda, así como la Universidad de Aarhus, Dinamarca, observó el aumento global de las cifras de cesáreas, teniendo en cuenta la vinculación con la muerte fetal y los embarazos ectópicos, esta información debería ser conocida por las embarazadas, sus parejas y las personas responsables de la atención médica.
Los investigadores estudiaron los datos de unas 832.996 mujeres inscritas en los registros nacionales de Dinamarca con un primer hijo nacido a través de cesárea, observando así si el segundo embarazo terminó en muerte fetal, aborto involuntario, embarazo ectópico o un segundo nacimiento sin problemas.
Tras documentarse con todos estos datos, los investigadores utilizaron modelos estadísticos para poder estimar la tasa de las complicaciones del embarazo tras una cesárea comparada con las complicaciones tras un parto vaginal.
Los resultados, si bien es cierto que no son escandalosos, son lo suficientemente importantes como para tener en cuenta esta asociación; y es que las mujeres que se sometieron a cesáreas registraron un aumento del 14% en la tasa de muerte fetal en el siguiente embarazo en comparación con aquellas mujeres que tuvieron un parto vaginal. Esto aumentó el riesgo absoluto en un 0,03%
Los datos están ahí y así, los resultados hablan por sí solos. En comparación con un parto vaginal, si somos sometidas a una cesárea se elevará el riesgo de sufrir un embarazo ectópico un total de un 9 por ciento, un incremento del riesgo absoluto del 0,1%.
Si bien es cierto que estos hallazgos son interesantes para las mujeres embarazadas, seguramente sean mucho más importantes para los profesionales de la salud, pues son ellos los que practican las cesáreas, que han aumentado considerablemente en todo el mundo. No obstante, el profesor Kenny ha querido tranquilizar diciendo que el aumento es bajo y evidentemente hay casos en los que la cesárea es completamente necesaria, bien por peligros para la madre, bien por peligros para el niño.
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