Los padres corremos al lado de nuestros hijos en cuanto les oímos llorar, en la mayoría de los casos. Además, cuando ya no son tan bebés reconocemos a qué corresponde cada tipo de llanto, es decir sabemos cuando trata de llamar nuestra atención y cuando ha sucedido algo serio. Ahora un estudio nos muestra por qué los padres reaccionamos con tanta rapidez cuando los niños lloran.
El llanto alarma tanto a los padres como un grito
Un estudio de Current Biology nos muestra que el llanto de un niño provoca una respuesta similar en nuestro cerebro que al escuchar un grito, activando los mecanismos de defensa para protegernos de un posible riesgo, de ahí la reacción instantánea.
Los expertos a cargo de la investigación, pertenecientes a distintas Universidades, han comprobado que los gritos tienen una frecuencia de audio específica de un rango muy amplio, que no es ni aguda ni grave. Esa peculiaridad que solo tienen el grito y el llanto provoca esa especial reacción de nuestro cerebro.
Buscaron otros sonidos humanos que activarán esa misma zona cerebral; sin embargo, vieron como esa reacción solo se producía al escuchar la alarma del coche o la casa.
Investigaciones sobre el llanto de los bebés
Precisamente hicieron este descubrimiento buscando un sonido para alarmas que fuera más efectivo, por ejemplo para utilizarlo en los coches eléctricos que son sumamente silenciosos y se utilizaría para advertir a los peatones de un posible peligro. Pero también les va a servir para tratar de modificar ciertos sonidos que perturban la tranquilidad, como el molesto ruido del motor de una moto, sobre todo cuando acabas de dormir a tu bebé. Pretenden seguir profundizando en este tipo de estudios para conocer qué tienen en común los cerebros humanos para percibir estos sonidos de manera similar e incluso con otros mamíferos.
Así que, podemos concluir que, cuando escuchamos a nuestro bebé llorar, sentimos algo parecido al miedo.
