Claves de la lactancia mixta

¿Ha llegado el momento de abandonar la lactancia materna exclusiva del bebé y comenzar con la lactancia mixta? Como ya sabrás, los bebés recién nacidos se alimentan exclusivamente de leche materna durante, al menos, los primeros seis meses de vida y, a partir de este momento (siempre bajo el consejo del pediatra), puede dar comienzo la alternancia del pecho y el biberón. Este tipo de lactancia se mantiene durante el tiempo que desee la mamá, o bien, según las preferencias del propio bebé y podría alargarse hasta que el pequeño o la pequeña cumpla los dos años, aproximadamente.

Hay mamás que optan por la  lactancia mixta por la imposibilidad de dar todas las tomas a su bebé (sobre todo, si son mamás trabajadoras) o para complementar la alimentación del bebé cuando no coge suficiente peso, como ocurre, por ejemplo, con los bebés prematuros o con alguna patología concreta.

Si decides comenzar con la lactancia mixta, debes tener en cuenta que, cuanto menos pecho tome el bebé, menos leche producirá tu cuerpo por lo que una vez empieces con el biberón te puede costar volver a darle el pecho. Todo esto hace que optar por una técnica mixta sea una decisión importante que no debes tomar sin consultar antes con tu médico.

¿Cómo combinar pecho y biberón?

Una de las primeras dudas que te surgirá cuando decidas cambiar a una lactancia mixta será cómo combinar pecho y biberón y cómo realizar la transición. Normalmente, no deberías empezar con la técnica mixta hasta que el proceso de dar el pecho esté plenamente establecido (más o menos hasta las 6 u 8 semanas de vida del bebé). Si empiezas a utilizar fórmulas lácteas con biberón antes de haber acostumbrado al bebé a mamar, puede que prefiera el biberón y rechace por completo la idea de tomar el pecho. Si esperas, es menos probable que crees confusión en el bebé y tu cuerpo tendrá tiempo de aprender cuánta leche debe producir y con qué frecuencia.


Tu cuerpo necesitará al menos 7 días para acostumbrarse a producir menos leche materna. Reducir poco a poco las tomas, una menos cada semana, te ayudará a evitar que los senos se te sobrecarguen o tengan fugas. Es aconsejable seguir una rutina constante que permita que tus senos se habitúen a producir las cantidades adecuadas. Por ejemplo, si es por la noche, simplemente dejarás de producir leche para esa toma en concreto. Pero, recuerda, una vez que has dado ese paso, puede ser complicado dar marcha atrás.

Asimismo, debes saber que al principio no todos los bebés se adaptan con facilidad a tomar el biberón. Si es el caso de tu hijo o de tu hija puedes probar con los consejos que te proponemos a continuación:

  • Dejar que otra persona de confianza le dé el biberón: te recomendamos que te marches de la habitación para que el bebé no pueda verte ni oler la leche materna.
  • Sujetar al bebé en otra posición para amamantar, por ejemplo, recostándolo contra tu parte delantera y dándote la espalda.
  • Experimentar con distintos tipos de tetinas.

Con todo, es importante siempre conocer previamente las ventajas y desventajas de la lactancia mixta y consultar con el pediatra cualquier duda que te surja al respecto. Él mejor que nadie podrá asesorarte una vez decidas cambiar el hábito de alimentación de tu bebé.

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