Como pasa en todo lo relacionado con el embarazo, este tema también variará de una mamá a otra o de un embarazo a otro incluso. El feto es muy pequeño durante los primeros meses, así que los demás no notarán ningún cambio en el tamaño de nuestra tripa. Puede que si noten algunos cambios en nuestro carácter o en otras partes de nuestro cuerpo como puede ser el pecho, pero la tripa es lo último por lo que nos tenemos que preocupar.
Si hablamos de mamás primerizas, es decir, del primer embarazo, puede que pase bastante tiempo antes de que los desconocidos empiecen a preguntarte para cuándo lo esperas, te cedan el asiento en el metro o dejen de pensar que sufres gases o que el verano (o las navidades) te han sentado de maravilla.
Alrededor de las 12 semanas, cuando la parte superior del útero haya aumentado de tamaño y se haya desplazado hacia el exterior de la cavidad pélvica, probablemente podréis notarlo justo por encima del hueso púbico. Este cambio tan importante, normalmente marca el momento en que se empieza a notar la barriguita... lo que significa que llegará el momento de empezar a mirar la sección de ropa de premamá. Aunque probablemente hasta el cuarto mes no necesitaréis ningún tipo de ropa premamá, y os podréis arreglar bastante bien con alguna ropa un poco ancha o suelta.
Si no es vuestro primer embarazo, es decir que ya sois madres experimentadas, se os notará muchísimo antes. Desde la semana 6 en adelante debido a que estos músculos están más relajados (aunque después del parto vuelven a su estado inicial) por lo que se adaptarán antes a los cambios necesarios para el embarazo.
Pero siempre pensad que en el embarazo no hay pautas definidas, cada embarazo es un mundo, y en cada mujer es distinto. Así que si sois mamás primerizas, estáis de 20 semanas y no se os nota aún la barriguita... ¡¡¡No os preocupéis!!! Todo llega y, os lo digo por experiencia, se puede disfrutar incluso más del embarazo sin la barriga, que llegado un punto... molesta muchísimo. Aunque como siempre digo, en cuanto le vemos la cara al bebé nos olvidamos de todo lo pasado.
Gracias por leerme.
Un abrazo.
