La obsoleta teoría de que “es mejor fumar poco que dejarlo durante el embarazo”, esa que asegura que el estrés de la madre puede ser más perjudicial que una baja dosis de nicotina al día, tiene los días contados; y es que recientemente se ha realizado un estudio en torno a los hábitos nocivos de las mujeres durante el embarazo. Un estudio que asegura que dejar de fumar durante el primer trimestre iguala la salud de la madre a los casos en los que no se fuma durante todo el embarazo.
Este estudio se centra en el consumo del tabaco a lo largo de la gestación. El mismo hace hincapié en las graves consecuencias que puede tener el vicio del tabaco en cuanto al desarrollo del futuro bebé, así como las secuelas que pueden derivar de este hábito en la salud del mismo.
El estudio se realizó en la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona, España), concretamente en el departamento de Nutrición y Salud Mental. Allí, un grupo de unas 282 mujeres embarazadas y sanas se sometieron a un seguimiento exhaustivo de su gestación. De todas ellas, había un grupo que fumaba o que estaba expuesta al humo del tabaco de forma pasiva durante todo el embarazo. Existía otro grupo de mujeres que no fumaba y se mantenía alejada de este nocivo hábito. Asimismo, también se escogió a mujeres cuya intención fue la de dejar de fumar durante el primer trimestre de embarazo.
El resultado fue realmente interesante: además de lo evidente, que las mujeres que no fuman o no tienen contacto con el humo cuentan con un embarazo y niños más sanos, las que conseguían eliminar este hábito durante el primer trimestre conseguían también igualar su salud a las que nunca habían fumado.
Es importante tener claro que uno de los riesgos que se corre al fumar durante el embarazo, además de en el desarrollo del bebe, es el parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer. Así, las mujeres que dejaron de fumar durante el primer trimestre de su embarazo tenían los mismos riesgos de sufrir partos prematuros que las mujeres que nunca habían fumado, algo que no sucedía con las mujeres que fumaban, cuyas posibilidades aumentaban hasta seis veces más.
El estudio, publicado en la revista científica Medicina clínica, asegura que entre un 30 y 40% de las embarazadas son fumadoras antes de quedarse embarazadas. Tan sólo el 40% consigue dejar este hábito durante los primeros meses.
La obsoleta teoría de que “es mejor fumar poco que dejarlo durante el embarazo”, esa que asegura que el estrés de la madre puede ser más perjudicial que una baja dosis de nicotina al día, tiene los días contados; y es que recientemente se ha realizado un estudio en torno a los hábitos nocivos de las mujeres durante el embarazo. Un estudio que asegura que dejar de fumar durante el primer trimestre iguala la salud de la madre a los casos en los que no se fuma durante todo el embarazo.
Este estudio se centra en el consumo del tabaco a lo largo de la gestación. El mismo hace hincapié en las graves consecuencias que puede tener el vicio del tabaco en cuanto al desarrollo del futuro bebé, así como las secuelas que pueden derivar de este hábito en la salud del mismo.
El estudio se realizó en la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona, España), concretamente en el departamento de Nutrición y Salud Mental. Allí, un grupo de unas 282 mujeres embarazadas y sanas se sometieron a un seguimiento exhaustivo de su gestación. De todas ellas, había un grupo que fumaba o que estaba expuesta al humo del tabaco de forma pasiva durante todo el embarazo. Existía otro grupo de mujeres que no fumaba y se mantenía alejada de este nocivo hábito. Asimismo, también se escogió a mujeres cuya intención fue la de dejar de fumar durante el primer trimestre de embarazo.
El resultado fue realmente interesante: además de lo evidente, que las mujeres que no fuman o no tienen contacto con el humo cuentan con un embarazo y niños más sanos, las que conseguían eliminar este hábito durante el primer trimestre conseguían también igualar su salud a las que nunca habían fumado.
Es importante tener claro que uno de los riesgos que se corre al fumar durante el embarazo, además de en el desarrollo del bebe, es el parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer. Así, las mujeres que dejaron de fumar durante el primer trimestre de su embarazo tenían los mismos riesgos de sufrir partos prematuros que las mujeres que nunca habían fumado, algo que no sucedía con las mujeres que fumaban, cuyas posibilidades aumentaban hasta seis veces más.
El estudio, publicado en la revista científica Medicina clínica, asegura que entre un 30 y 40% de las embarazadas son fumadoras antes de quedarse embarazadas. Tan sólo el 40% consigue dejar este hábito durante los primeros meses.
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