En los momentos más difíciles de nuestra vida una de las claves es poder mantener el control de lo que sucede a nuestro alrededor. Si perdemos esa capacidad, todo se complica y podemos caer en el pánico. El parto es sin duda uno de esos momentos complicados, por eso el que no podamos decidir deja secuelas físicas y psicológicas.
Para esta organización hay dos maneras de ejercer esa violencia, física y psicológicamente. A la primera se refieren las cesáreas innecesarias o el uso de fórceps. La segunda engloba todas esas frases que utilizan los profesionales sanitarios con la madre, como ‘el niño sufre porque no sabes empujar’.
Otro punto importante es la costumbre que todavía existe de separar al pequeño de sus madres, lo que para ellos es absolutamente innecesario si ambos están bien y que además va en contra de la recomendación de la Asociación Española de Pediatría.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los Gobiernos a que tomen medidas para evitar la violencia obstétrica. De hecho, en septiembre del 2014 publicó un comunicado denunciando las faltas de respeto que suceden durante el parto y pedía que se implantaran políticas que defendieran el derecho que tiene la mujer a ser tratada de una manera digna en el embarazo y el parto. También en abril la OMS denunció la gran cantidad de cesáreas que se practican. Apuntó a que no hay necesidad para que estas superen en 10 o el 15% de todos los nacimientos. Datos que contrastan con las que se practican en España, país del que hablamos en este artículo.
Sin lugar a dudas es fundamental que se respeten todos nuestros derechos y los del bebé, en el embarazo y el parto.
En los momentos más difíciles de nuestra vida una de las claves es poder mantener el control de lo que sucede a nuestro alrededor. Si perdemos esa capacidad, todo se complica y podemos caer en el pánico. El parto es sin duda uno de esos momentos complicados, por eso el que no podamos decidir deja secuelas físicas y psicológicas.
Para esta organización hay dos maneras de ejercer esa violencia, física y psicológicamente. A la primera se refieren las cesáreas innecesarias o el uso de fórceps. La segunda engloba todas esas frases que utilizan los profesionales sanitarios con la madre, como ‘el niño sufre porque no sabes empujar’.
Otro punto importante es la costumbre que todavía existe de separar al pequeño de sus madres, lo que para ellos es absolutamente innecesario si ambos están bien y que además va en contra de la recomendación de la Asociación Española de Pediatría.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los Gobiernos a que tomen medidas para evitar la violencia obstétrica. De hecho, en septiembre del 2014 publicó un comunicado denunciando las faltas de respeto que suceden durante el parto y pedía que se implantaran políticas que defendieran el derecho que tiene la mujer a ser tratada de una manera digna en el embarazo y el parto. También en abril la OMS denunció la gran cantidad de cesáreas que se practican. Apuntó a que no hay necesidad para que estas superen en 10 o el 15% de todos los nacimientos. Datos que contrastan con las que se practican en España, país del que hablamos en este artículo.
Sin lugar a dudas es fundamental que se respeten todos nuestros derechos y los del bebé, en el embarazo y el parto.
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