Uno de los momentos más bonitos y que a veces más preparamos cuando nos quedamos embarazadas, es el de comunicárselo al padre del bebé. Nos emociona ver su cara de alegría y tratamos de recordarlo para siempre. Pero en el caso de Abby Wake fue al revés, fue su pareja la que le dijo estaban esperando un hijo.

Una intolerancia a la lactosa y un período irregular

Abby Wake es intolerante a la lactosa lo que hace que en muchas ocasiones se le inflame la zona abdominal, además tiene períodos muy irregulares por lo que no le extraña cuando la regla desaparece por meses. Por todo ello cuando se quedó embarazada no sospechó que algunos cambios que estaba experimentando su cuerpo eran debidos a la gestación, sino que pensaba que tenían otro origen.

No eran gases

Sin embargo, un día es un concierto de música Jarryd Gorman abrazó a su pareja por la cintura. En ese momento percibió como algo se movía en el interior de la tripa de Abby. Entonces le dijo a la joven que había notado un golpe, que creía que estaba embarazada y que debían ir con urgencia al ginecólogo. Eso hicieron y la noticia no pudo ser más sorprendente. Abby estaba embaraza de 32 semanas. Abby comentó que hasta el concierto no había sentido pataditas, sino movimientos irregulares difíciles de concretar que le parecían gases y que combinado con su irregularidad no le llevó a sospechar de una posible gestación.

El ginecólogo que atendió a la futura mamá, Payman Joseph, comentó:

Esto es más mucho más normal y más habitual de lo que la gente piensa. Lo diferente en el caso de Abby es que es muy delgada en comparación con otras mujeres en su situación

Contrarreloj estos padres primerizos tratan de preparar con rapidez la llegada al mundo de su hijo Isaac, que en palabras del doctor se espera que sea en un parto natural y saludable. Han creado una cuenta para poder recaudar dinero para poder afrontar esta paternidad sorprendente que llegará de inmediato.

Sin duda una historia curiosa.