Con la finalidad de igualar la baja de maternidad y la baja de paternidad el Gobierno ha acordado que el permiso de paternidad se ampliará a ocho semanas a partir de 2019 en España. Es verdad que hoy en día no es sencillo compatibilizar la vida laboral y la maternidad y este es un paso más hacia la conciliación de las familias españolas.
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La duración de la baja de paternidad en el año 2019 será de 8 semanas
El Gobierno está en negociaciones para aprobar los Presupuestos Generales del Estado del año 2019, entre los cuales, PSOE y Podemos han propuesto equiparar la baja de paternidad con la de la maternidad en el año 2021. La idea es que los padres disfruten de los primeros meses de vida de su bebé con 8 semanas de baja en 2019, 13 semanas en el año 2020 y 16 semanas en 2021.
A día de hoy la baja de maternidad es de 16 semanas para la madre, tras el embarazo las seis primeras son obligatorias y las 10 siguientes voluntarias y transferibles al padre que en la práctica suelen asumir las madres, y la baja de paternidad es de cinco semanas voluntarias e intransferibles.
Esta reforma comprende que parte del permiso de paternidad debe ser disfrutado de forma simultánea por los dos progenitores mientras que el resto debe ser disfrutada por el padre cuando la mujer termine con la suya o la interrumpa. Los permisos en este caso son intransferibles y remunerados al 100%, es decir que no podrán cederse y de esta manera se fomenta en los padres la corresponsabilidad y el cuidado de los hijos. Estas prestaciones por lo tanto deberán disfrutarse de forma inmediata tras el parto o la adopción del bebé.
Tras la firma de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias el pasado 11 de octubre y comunicar que el permiso de paternidad se ampliará a 8 semanas en 2019, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha confirmado que no será un cambio repentino y drástico porque supone un gran esfuerzo económico. Esta medida afectará al principio a los funcionarios y a los empleados laborales públicos y poco a poco se extenderá al sector privado.
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Esta nueva ley es una ayuda más para evitar las barreras para conciliar la vida laboral y familiar tanto desde el punto de vista del padre como de la madre. El texto de esta nueva ley argumenta esta decisión destacando que se trata de un “reconocimiento de un derecho laboral individual para cada persona progenitora en igualdad de condiciones”.
Como mencionábamos al principio del artículo esto es punto a favor de la igualdad y se empieza a olvidar el reparto tradicional de los roles que los últimos años recae siempre sobre la mujer trabajadora y empieza acercarse un poco más a los permisos de paternidad y maternidad de Europa que son referentes por permitir que el papel del padre actualmente tome mayor protagonismo.
Tras esta medida el impacto presupuestario se estima en 300 millones en 2019 debido a que cada baja solicitada necesita una persona para sustituir su puesto de empleo y todo ellos conlleva ciertos costes económicos. La equiparación en el conjunto total ascendería a un coste de 1.200 millones de euros.
