Con motivo de la creciente preocupación sobre el Coronavirus nos hemos puesto en contacto con la Asociación Española de Promoción y Apoyo a la Lactancia Materna o también conocida por sus siglas AELAMA. Esta asociación es una referencia fiable a nivel nacional sobre las cuestiones técnicas y científicas que involucran a la lactancia materna. En esta entrevista hemos abordado todas las cuestiones que más pueden preocupar a las madres que dan el pecho de la mano de Laura San Feliciano Martín, neonatóloga jefa de sección de Neonatología del hospital universitario de Salamanca y miembro de la Junta Directiva de AELAMA. Sigue leyendo e infórmate sobre la compatibilidad entre el coronavirus y la lactancia materna.
La transmisión de la enfermedad del coronavirus 19 se produce principalmente por contacto cercano a través de gotas del tracto respiratorio que se producen al estornudar, toser o besar. No se ha identificado el virus en leche materna. Pero sí se podría transmitir al niño por contacto íntimo, luego se deben extremar las precauciones, pero no es necesario suspender la lactancia. Toda madre infectada, de o no el pecho, deberá adoptar procedimientos preventivos como la higiene exhaustiva de manos y el uso de mascarilla.
No se ha detectado el coronavirus en leche materna. La leche materna actualmente no puede considerarse un vehículo de transmisión.
No. De hecho, mantener la lactancia materna es probable que disminuya el impacto clínico de la enfermedad en el lactante, como ocurre en otras infecciones respiratorias. La leche materna posee beneficios y es una fuente de anticuerpos o defensas específicas frente a un virus. Esto sabemos que ocurre en la gripe y en la enfermedad producida por otros coronavirus, debiendo eso sí mantener las medidas higiénicas ya descritas: uso de mascarillas y exhaustivo lavado de manos.
Si la madre estuviera grave, cosa que no parece ocurrir en mujeres jóvenes afectas de COVID-19, el estado de salud de la madre marcará, al igual que con otras enfermedades graves, la conducta a seguir con la lactancia de forma individualizada.
No hay evidencia de transmisión vertical, es decir desde la madre al feto. Hasta ahora los pocos neonatos analizados de hijos de madres infectadas en el tercer trimestre de embarazo (no hay datos de otros trimestres), han sido negativos, así como los estudios de la placenta y leche materna.
No tenemos muchos datos de contagios en madres embarazadas, pero no se han presentado casos graves y parece que el cuadro clínico en madres gestantes es más leve que la gripe A, pero aún no tenemos certeza de ello. Debe seguirse el protocolo que indiquen las autoridades sanitarias en cada momento.
Para empezar me gustaría aclarar algunos términos sobre esta enfermedad producida por el coronavirus 19, también conocida por COVID-19 o Cov-2. La infección por este virus puede tener síntomas leves o graves, o ser asintomática. Concretamente en los niños, parece producir cuadros clínicos más leves, que pueden tratarse en el domicilio. En los adultos mayores y niños con enfermedades crónicas, puede presentar complicaciones respiratorias, como neumonía, y entonces pueden precisar ingreso y tratamiento hospitalario.
No existe tratamiento frente a COVID 19. Se están llevando a cabo ensayos clínicos pero aún no hay recomendaciones específicas. Se han publicado las recomendaciones de tratamiento del SARS COVID 19 de la Asociación Española de Pediatría para casos graves, que se basan en el soporte respiratorio principalmente.
Sí. En el caso de que se precise una separación temporal de la madre y el niño, y se impida el amamantamiento directamente al pecho, será imprescindible ofrecer apoyo a la madre para mantener la producción de leche, mediante la extracción manual o mecánica, pudiendo alimentar al recién nacido con la leche materna extraída.
La lactancia materna y el uso de leche materna tienen un impacto importante en la salud materno-infantil, el uso innecesario de leche artificial conlleva riesgos a nivel familiar, social y económico.
De forma rutinaria no debe separar a la madre y el bebé. La decisión de separar o no a la madre-hijo debe tomarse para cada familia de forma individualizada y teniendo en cuenta muchos factores. Se deben tener en cuenta el conocimiento científico actual, las intenciones y deseos de los padres, la situación clínica de ambos, el consentimiento informado de los padres, y otras circunstancias como la situación logística del hospital, la familia y posiblemente también la situación epidemiológica local relacionada con la propagación de la COVID-19.
Mantener las medidas higiénicas ya descritas: uso de mascarillas y exhaustivo lavado de manos.
Si la madre está afectada o piensa que podría estarlo, sí. La mascarilla pretende evitar que las gotitas de saliva que se emiten lleguen al niño o a las superficies que entran en contacto con el niño. Por lo tanto, si la madre padece la infección debe usar la mascarilla prácticamente todo el tiempo que esté en contacto con su bebé, no sólo mientras le dé el pecho. El padre u otro familiar sano, pueden realizar los cuidados del bebé para minimizar las posibilidades de contagio.
En general en niños la infección es muy leve. Por razones que todavía no están bien aclaradas para ellos es asintomática o como un catarro. Por si queréis más información, aquí van más detalles:
Estar atento a las instrucciones que se den desde Salud Pública. Si la madre ha resultado infectada el niño es por tanto un contacto y debe notificarlo inmediatamente al centro.
Por otro lado, en AELAMA han realizado un breve documento sobre el riesgo de contagio por coronavirus en madres lactantes, en el que se amplía la información y se aporta la bibliografía en que apoyamos nuestras afirmaciones.
Con motivo de la creciente preocupación sobre el Coronavirus nos hemos puesto en contacto con la Asociación Española de Promoción y Apoyo a la Lactancia Materna o también conocida por sus siglas AELAMA. Esta asociación es una referencia fiable a nivel nacional sobre las cuestiones técnicas y científicas que involucran a la lactancia materna. En esta entrevista hemos abordado todas las cuestiones que más pueden preocupar a las madres que dan el pecho de la mano de Laura San Feliciano Martín, neonatóloga jefa de sección de Neonatología del hospital universitario de Salamanca y miembro de la Junta Directiva de AELAMA. Sigue leyendo e infórmate sobre la compatibilidad entre el coronavirus y la lactancia materna.
La transmisión de la enfermedad del coronavirus 19 se produce principalmente por contacto cercano a través de gotas del tracto respiratorio que se producen al estornudar, toser o besar. No se ha identificado el virus en leche materna. Pero sí se podría transmitir al niño por contacto íntimo, luego se deben extremar las precauciones, pero no es necesario suspender la lactancia. Toda madre infectada, de o no el pecho, deberá adoptar procedimientos preventivos como la higiene exhaustiva de manos y el uso de mascarilla.
No se ha detectado el coronavirus en leche materna. La leche materna actualmente no puede considerarse un vehículo de transmisión.
No. De hecho, mantener la lactancia materna es probable que disminuya el impacto clínico de la enfermedad en el lactante, como ocurre en otras infecciones respiratorias. La leche materna posee beneficios y es una fuente de anticuerpos o defensas específicas frente a un virus. Esto sabemos que ocurre en la gripe y en la enfermedad producida por otros coronavirus, debiendo eso sí mantener las medidas higiénicas ya descritas: uso de mascarillas y exhaustivo lavado de manos.
Si la madre estuviera grave, cosa que no parece ocurrir en mujeres jóvenes afectas de COVID-19, el estado de salud de la madre marcará, al igual que con otras enfermedades graves, la conducta a seguir con la lactancia de forma individualizada.
No hay evidencia de transmisión vertical, es decir desde la madre al feto. Hasta ahora los pocos neonatos analizados de hijos de madres infectadas en el tercer trimestre de embarazo (no hay datos de otros trimestres), han sido negativos, así como los estudios de la placenta y leche materna.
No tenemos muchos datos de contagios en madres embarazadas, pero no se han presentado casos graves y parece que el cuadro clínico en madres gestantes es más leve que la gripe A, pero aún no tenemos certeza de ello. Debe seguirse el protocolo que indiquen las autoridades sanitarias en cada momento.
Para empezar me gustaría aclarar algunos términos sobre esta enfermedad producida por el coronavirus 19, también conocida por COVID-19 o Cov-2. La infección por este virus puede tener síntomas leves o graves, o ser asintomática. Concretamente en los niños, parece producir cuadros clínicos más leves, que pueden tratarse en el domicilio. En los adultos mayores y niños con enfermedades crónicas, puede presentar complicaciones respiratorias, como neumonía, y entonces pueden precisar ingreso y tratamiento hospitalario.
No existe tratamiento frente a COVID 19. Se están llevando a cabo ensayos clínicos pero aún no hay recomendaciones específicas. Se han publicado las recomendaciones de tratamiento del SARS COVID 19 de la Asociación Española de Pediatría para casos graves, que se basan en el soporte respiratorio principalmente.
Sí. En el caso de que se precise una separación temporal de la madre y el niño, y se impida el amamantamiento directamente al pecho, será imprescindible ofrecer apoyo a la madre para mantener la producción de leche, mediante la extracción manual o mecánica, pudiendo alimentar al recién nacido con la leche materna extraída.
La lactancia materna y el uso de leche materna tienen un impacto importante en la salud materno-infantil, el uso innecesario de leche artificial conlleva riesgos a nivel familiar, social y económico.
De forma rutinaria no debe separar a la madre y el bebé. La decisión de separar o no a la madre-hijo debe tomarse para cada familia de forma individualizada y teniendo en cuenta muchos factores. Se deben tener en cuenta el conocimiento científico actual, las intenciones y deseos de los padres, la situación clínica de ambos, el consentimiento informado de los padres, y otras circunstancias como la situación logística del hospital, la familia y posiblemente también la situación epidemiológica local relacionada con la propagación de la COVID-19.
Mantener las medidas higiénicas ya descritas: uso de mascarillas y exhaustivo lavado de manos.
Si la madre está afectada o piensa que podría estarlo, sí. La mascarilla pretende evitar que las gotitas de saliva que se emiten lleguen al niño o a las superficies que entran en contacto con el niño. Por lo tanto, si la madre padece la infección debe usar la mascarilla prácticamente todo el tiempo que esté en contacto con su bebé, no sólo mientras le dé el pecho. El padre u otro familiar sano, pueden realizar los cuidados del bebé para minimizar las posibilidades de contagio.
En general en niños la infección es muy leve. Por razones que todavía no están bien aclaradas para ellos es asintomática o como un catarro. Por si queréis más información, aquí van más detalles:
Estar atento a las instrucciones que se den desde Salud Pública. Si la madre ha resultado infectada el niño es por tanto un contacto y debe notificarlo inmediatamente al centro.
Por otro lado, en AELAMA han realizado un breve documento sobre el riesgo de contagio por coronavirus en madres lactantes, en el que se amplía la información y se aporta la bibliografía en que apoyamos nuestras afirmaciones.
¿Quieres resolver todas las dudas sobre el seguimiento del embarazo y el protocolo del parto?…
Desde la Asociación Española de Lactancia Materna (AELAMA) nos explican las pautas para fomentar este…
Descubre cuál es el grado de compatibilidad entre la lactancia materna y tener un planeta…
¿Es normal tener celos del recién nacido? ¿Cómo abordar los celos del hermano mayor? ¿Cómo…
¿Tú #entrenasencasa? Dí adiós al sedentarismo con las mejores recomendaciones y aclara todas tus dudas…
¿Cómo afrontar el aislamiento sin que esto nos afecte en exceso? ¿Es complicada la gestión…