Está comprobado que los bebés escuchan la voz de su madre y del resto de personas mientras están en el útero, aproximadamente a partir de la semana 20 hasta final del embarazo. Es más, este tipo de voces hacen que el bebé esté más tranquilo y cuente con una mejor gestación. Ahora, un estudio demuestra también que los bebés prematuros progresan en su crecimiento muchísimo más rápido si los padres les hablan.
Cuando estos bebés nacen de forma prematura siguen escuchando, pero durante un tiempo tan sólo escuchan los ruidos de las máquinas y de personas completamente desconocidas para ellos. Así, un estudio publicado por la revista Pediatrics asegura que hablarle al bebé prematuro cuando aún está ingresado en la unidad de cuidados neonatales favorece su desarrollo.
Lo cierto es que ya había estudios previos que habían descubierto que los bebés prematuros tenían más riesgo de tener problemas de desarrollo del lenguaje. Este descubrimiento creó una necesidad mayor de estudiar estos casos. Así, investigadores de Estados Unidos aseguran que hablarles al nacer podría reducir este riesgo; y es que asocian la exposición temprana de los bebés prematuros al habla con unos mejores resultados cognitivos y del lenguaje.
En este estudio se observaron 36 bebés que habían nacido antes de la semana 32 y que estaban estables pero ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos. Estos bebés fueron dotados con unos chalecos que medían durante cuatro semanas los sonidos y las conversaciones que recibían en cantidades de palabras.
A medida que los bebés crecían, las conversaciones también aumentaban. No obstante, muchos de estos bebés recibieron apenas 144 palabras, mientras que otros contaban con más de 26.000.
Tras esta fase, se estudió a los bebés entre los 7 y los 18 meses, observando así sus habilidades motoras y de desarrollo mental y del lenguaje. Observaron así que los niños a los que más se les había hablado tenían una puntuación mejor.
Estudios así demuestran que lo mejor para los bebés prematuros es intentar que puedan vivir en una situación que reproduzca fielmente la vida intrauterina. De esta forma, las UCIS deben permitir que los padres puedan estar el mayor tiempo posible en contacto con el bebé.
Está comprobado que los bebés escuchan la voz de su madre y del resto de personas mientras están en el útero, aproximadamente a partir de la semana 20 hasta final del embarazo. Es más, este tipo de voces hacen que el bebé esté más tranquilo y cuente con una mejor gestación. Ahora, un estudio demuestra también que los bebés prematuros progresan en su crecimiento muchísimo más rápido si los padres les hablan.
Cuando estos bebés nacen de forma prematura siguen escuchando, pero durante un tiempo tan sólo escuchan los ruidos de las máquinas y de personas completamente desconocidas para ellos. Así, un estudio publicado por la revista Pediatrics asegura que hablarle al bebé prematuro cuando aún está ingresado en la unidad de cuidados neonatales favorece su desarrollo.
Lo cierto es que ya había estudios previos que habían descubierto que los bebés prematuros tenían más riesgo de tener problemas de desarrollo del lenguaje. Este descubrimiento creó una necesidad mayor de estudiar estos casos. Así, investigadores de Estados Unidos aseguran que hablarles al nacer podría reducir este riesgo; y es que asocian la exposición temprana de los bebés prematuros al habla con unos mejores resultados cognitivos y del lenguaje.
En este estudio se observaron 36 bebés que habían nacido antes de la semana 32 y que estaban estables pero ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos. Estos bebés fueron dotados con unos chalecos que medían durante cuatro semanas los sonidos y las conversaciones que recibían en cantidades de palabras.
A medida que los bebés crecían, las conversaciones también aumentaban. No obstante, muchos de estos bebés recibieron apenas 144 palabras, mientras que otros contaban con más de 26.000.
Tras esta fase, se estudió a los bebés entre los 7 y los 18 meses, observando así sus habilidades motoras y de desarrollo mental y del lenguaje. Observaron así que los niños a los que más se les había hablado tenían una puntuación mejor.
Estudios así demuestran que lo mejor para los bebés prematuros es intentar que puedan vivir en una situación que reproduzca fielmente la vida intrauterina. De esta forma, las UCIS deben permitir que los padres puedan estar el mayor tiempo posible en contacto con el bebé.
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