El día del nacimiento de un hijo es el momento más feliz para una madre. Es el día en el que por fin, tras 9 meses de espera, puede observar su pequeña carita, sus preciosas manitas y su adorable nariz. Kate Ogg sentía que ese día sería doblemente feliz; y es que esta joven madre estaba embarazada de mellizos, una alegría duplicada. No obstante, se encontró con un parto un tanto complicado en el que Jaime, uno de los mellizos, nació sin vida.
Problemas de última hora
Nada hacía prever que Kate Ogg se enfrentaría a un parto con complicaciones. No obstante, en el momento en el que dio a luz a sus dos mellizos la joven mamá se encontró con una de las peores noticias a las que se puede enfrentar una madre, uno de ellos, Jaime, no respiraba.
Teniendo en cuenta lo difícil que debe ser encajar esta noticia, Kate Ogg sacó fuerzas para pedir conocerlo. Decidió abrazar el cuerpo sin vida de su hijo para intentar ver la cara de la personita que había habitado su interior durante 9 meses.
Milagro médico
Tanto los allí presentes como ella misma, aseguran que la joven empezó a actuar con normalidad, como si nada pasara. Comenzó a cantar y a mecer a Jaime como si el bebé respirara. El niño no reaccionaba, como era evidente, incluso la situación podría parecer un tanto extraña. No obstante, todos quedaron asombrados cuando el niño despertó y en menos de un minuto comenzó a tomar leche de los pechos de Kate. Sin duda un acto instintivo que dio esperanza a los padres, una señal de que había acontecido un auténtico milagro médico.
Los médicos se anduvieron con pies de plomo. Comenzaron a decir que quizá se debiera a un reflejo. No obstante, Jaime, al cabo de unos minutos comenzó a respirar rápidamente volviendo a la vida.
Si bien es cierto que este tipo de situaciones son consideradas como auténticos milagros médicos, muchos aseguran que el milagro, en esta ocasión, lo obró el amor de esa madre, que actuó con total normalidad aferrándose así al cuerpo de su hijo.
