La depresión posparto es una realidad que afecta entre el 10%-15% de las mujeres y recientes madres, cada año en España. Esto en cifras de miles viene siendo entre 50.000-70.000 mujeres españolas.

Con estos datos, surgen muchas preguntas, entre ellas, las más repetidas entre las mamás: ¿Por qué surge la depresión posparto? ¿Por qué no se habla de ello? ¿Dónde puedo acudir, si creo estoy sufriendo este patología?

Respuestas, muy pocas. Y para ello, expongo mi propio caso, mi propia depresión posparto. Y con ella, y las que he conocido de otras mamas, tal vez os pueda dar una corta respuesta a dichas preguntas.

Depresión posparto: una experiencia personal

Hace dos años y medio que he sido madre de una preciosa niña, deseada hasta la médula y con unos padres muy ilusionados con su nacimiento y el deseo de ser papás cumplido. Al nacimiento de mi pequeña que, como a toda madre, le supone miles de cambios en su vida a una velocidad relámpago, sobre todo el primer año y medio, se sumaron otros cambios profesionales y decepciones personales, de las que es mejor no hacer mención.

Esto supuso un shock muy grande para todo lo que ya tenía encima, en mi caso no supe gestionar, ni asimilar, ni adaptarme a tanto cambio repentino. Lo que generó un desequilibrio en mi estado emocional y anímico muy acusado, que me negaba a creer y que tampoco aceptaba.

Cada día, cada minuto, cada mes que duró esa maldita depresión, casi 20, para ser exactos, me recriminaba a mí misma mi tristeza y desesperación. Pues tenía entre mis brazos lo más bello, desde niña deseaba ser madre y en lugar de olvidar todo, de tener paciencia y ofrecer a mi hija y a mí misma tiempo para ordenar las piezas del nuevo puzzle en el que se había convertido nuestras vidas y así, disfrutar de ella y de mi reciente maternidad como siempre había soñado… Mis sentimientos de culpa, de mala madre, inseguridad, sumada al miedo que tenía de contarles a los demás, incluso a mi marido, lo que me pasaba, miedo a ser juzgada en lugar de comprendida… hacían que la situación no mejorara.

¿Por qué no se habla de la depresión posparto?

Aquí respondo a la pregunta: ¿Por qué se habla tan poco de ella? Por vergüenza, miedo al juicio externo, por la falta de incomprensión social que existe sobre este tema, pues en general para nuestra sociedad la depresión se asocia a los carácteres débiles, y la depresión posparto a las “ñoñerías de las nuevas juventudes, cosas modernas”. Ya que se supone que el nacimiento de un bebé debe ser sólo motivo de celebraciones en donde las lágrimas y la desesperación no tienen cabida. Por el sentimiento de culpa y de “mala madre”, por un sinfín de sentimientos encontrados, que la mayoría escondemos por no saber a quién se lo podemos contar y cómo van a reaccionar. Pues en esos momentos necesitamos, escucha, ayuda y mucho apoyo y no juicios vánales que duelen más de lo que ayudan.

Comencé a buscar ayuda, centros, lo que fuera que me ayudará a salir de aquella situación y poco o casi nada encontré, sólo una breve descripción de los posibles síntomas y la recomendación de acudir a un profesional, algo que es evidente que debemos hacer, pero no siempre es fácil dar el paso.

 

En el próximo artículo, Yolanda nos dará algunas respuestas y nos hablará de dónde acudir si se padece depresión posparto.