Si está claro que cada persona es un mundo, no lo está menos que cada embarazo es diferente. Mientras que muchas mujeres afirman no haberse sentido nunca mejor, desde un punto de vista meramente físico, otras lo recuerdan como una pesadilla. Una de las razones para esto último puede ser haber sufrido náuseas extremas. Ahora sabemos que es algo que puede incidir en la salud del bebé.
Según un estudio realizado por la Universidad de California, Estados Unidos, las mujeres que sufren hiperémesis gravídica (náuseas extremas) durante las primeras cinco semanas de embarazo tenían 3 veces más de posibilidades de tener un hijo con trastornos del desarrollo neurológico que a las que no les había pasado. Se presentaban problemas de atención, sensoriales y un retraso en el lenguaje y el habla observados hasta los 8 años.
Mientras que un 80% de las embarazadas sufren en algún momento náuseas, la hiperémesis gravídica es mucho menos frecuente. Este padecimiento consiste en vómitos y nauseas muy frecuente, pérdida de peso, mareos o jaquecas. Es decir, que son no engordar en el embarazo debido a esta enfermedad. Se puede sufrir durante los dos primeros meses de la gestación o durante toda ella.
Para realizar el estudio se investigó a 312 niños de unas 200 mujeres que habían sufrido hiperémesis gravídica y otros 169 hijos de 89 madres que no habían tenido dicho problema. En el momento de comenzar el proyecto todos rondaban los 8 años. Los pequeños cuyas madres habían tenido las náuseas extremas eran 3,28 veces más propensos a sufrir retrasos neurológicos que los que sus madres no las habían padecido. Los retrasos eran, entre otros, en un 19% de déficit de atención y en un 24% del deterioro del lenguaje o del desarrollo del habla.
Lo que también tienen claro es que cuanto antes sufren las madres la hiperémesis gravídica más posibilidades tiene el bebé de presentar dichos trastornos. Lo achacan a los problemas de nutrición y deshidratación que conlleva, lo cual afecta al feto.
Concluyen que hay que tomar medidas en cuanto se detecte que la embarazada padece este trastorno y garantizar que se nutre e hidrate de la manera adecuada. Se vio como estas mujeres perdían como mínimo 5 kilos y necesitaron que se les administrara líquidos por vía intravenosa.
Ni los autores del estudio ni nosotros queremos alarmar a ninguna futura mamá, pero si crees sufrir hiperémesis gravídica, ponte cuanto antes en manos de tu médico.
Si está claro que cada persona es un mundo, no lo está menos que cada embarazo es diferente. Mientras que muchas mujeres afirman no haberse sentido nunca mejor, desde un punto de vista meramente físico, otras lo recuerdan como una pesadilla. Una de las razones para esto último puede ser haber sufrido náuseas extremas. Ahora sabemos que es algo que puede incidir en la salud del bebé.
Según un estudio realizado por la Universidad de California, Estados Unidos, las mujeres que sufren hiperémesis gravídica (náuseas extremas) durante las primeras cinco semanas de embarazo tenían 3 veces más de posibilidades de tener un hijo con trastornos del desarrollo neurológico que a las que no les había pasado. Se presentaban problemas de atención, sensoriales y un retraso en el lenguaje y el habla observados hasta los 8 años.
Mientras que un 80% de las embarazadas sufren en algún momento náuseas, la hiperémesis gravídica es mucho menos frecuente. Este padecimiento consiste en vómitos y nauseas muy frecuente, pérdida de peso, mareos o jaquecas. Es decir, que son no engordar en el embarazo debido a esta enfermedad. Se puede sufrir durante los dos primeros meses de la gestación o durante toda ella.
Para realizar el estudio se investigó a 312 niños de unas 200 mujeres que habían sufrido hiperémesis gravídica y otros 169 hijos de 89 madres que no habían tenido dicho problema. En el momento de comenzar el proyecto todos rondaban los 8 años. Los pequeños cuyas madres habían tenido las náuseas extremas eran 3,28 veces más propensos a sufrir retrasos neurológicos que los que sus madres no las habían padecido. Los retrasos eran, entre otros, en un 19% de déficit de atención y en un 24% del deterioro del lenguaje o del desarrollo del habla.
Lo que también tienen claro es que cuanto antes sufren las madres la hiperémesis gravídica más posibilidades tiene el bebé de presentar dichos trastornos. Lo achacan a los problemas de nutrición y deshidratación que conlleva, lo cual afecta al feto.
Concluyen que hay que tomar medidas en cuanto se detecte que la embarazada padece este trastorno y garantizar que se nutre e hidrate de la manera adecuada. Se vio como estas mujeres perdían como mínimo 5 kilos y necesitaron que se les administrara líquidos por vía intravenosa.
Ni los autores del estudio ni nosotros queremos alarmar a ninguna futura mamá, pero si crees sufrir hiperémesis gravídica, ponte cuanto antes en manos de tu médico.
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