Durante el embarazo, se realiza un seguimiento exhaustivo de la salud de la madre, así como de la del futuro niño. Todo control es poco. Pruebas y más pruebas, ecografías y muchas visitas al ginecólogo. No obstante, algunas partes importantes en nuestro organismo quedan completamente relegadas de ese control, como por ejemplo la boca.
Los expertos aseguran que es importante que las mujeres embarazadas acudan al dentista durante la gestación; y es que existen algunos problemas asociados a los cambios fisiológicos de la mujer durante el embarazo que podrían pasar factura.
Las madres se enfrentarán, durante los primeros meses, a las molestias de las náuseas y vómitos. El 75% de las mujeres embarazadas las sufren, y aunque se ve simplemente como un momento incómodo, lo cierto es que estos episodios pueden erosionar gravemente el esmalte dental, aumentando las posibilidades de caries futuras.
Los cambios hormonales durante el embarazo hacen que muchas mamás sufran de lo que se conoce como xerostomía fisiológica, o lo que es lo mismo, boca seca. Ante los cambios vasculares y hormonales del embarazo, las encías también se ven afectadas. Aproximadamente el 75% de las mujeres embarazadas padecen gingivitis del embarazo, enfrentándose a encías enrojecidas, sangrantes e inflamadas y dolor de muelas. Normalmente es reversible tras el parto; no obstante, existen algunas hipótesis que asocian esta enfermedad con partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer. No son hipótesis contrastadas ni afirmadas, pero aún así conviene saberlo.
Aproximadamente el 50% de las gestantes presentan gingivitis leve, el 32-55% gingivitis moderada y el 6.6% de casos con gingivitis severa, según revela el informe "Salud bucal en la mujer embarazada" elaborado por expertas de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Esta gingivitis puede dar paso a lo que conocemos como granuloma del embarazo. Se trata de una tumoración benigna que se sitúa en las zonas afectadas con gingivitis y que crece rápidamente. También suele desaparecer durante el parto. Las lesiones son generalmente de crecimiento rápido, fácil sangrado y el tamaño no suele superar los 2 cm de diámetro, según se recoge en el informe realizado por el grupo de trabajo SEPA-SEGO.
Durante las últimas etapas del embarazo, así como durante la lactancia, las madres comienzan a experimentar cambios en la composición de la saliva. Este cambio imperceptible puede ocasionar mayor erosión en los dientes y aumento de caries. Precisamente las caries pueden aparecer por los cambios nutricionales o de hábitos de higiene oral de la mamá, además de por lo vómitos frecuentes en los primeros meses de embarazo.
Por último, cabe destacar que está demostrado que las mamás son la principal fuente de contagio de caries a sus hijos ¿cómo? Probando la comida antes de dársela al bebé, chupar el chupete o biberón para limpiarlos si caen al suelo etc.
Si una mamá cuenta con una higiene bucal perfecta, los bebés tendrán menos posibilidades de desarrollar caries infantil.
Los expertos de la SEPA y la SEGO abogan por un diagnóstico precoz de las patologías orales para todas aquellas mujeres en edad fértil que quieran o planeen quedarse embarazadas, con el objetivo de que lleguen al embarazo en las mejores condiciones de salud bucal posibles.
Recuerda programar al menos una visita al dentista durante los nueve meses de embarazo, ya que la susceptibilidad a las infecciones puede incrementarse durante el periodo de gestación y resulta esencial detectar a tiempo las posibles patologías para evitar complicaciones. Consulta con tu médico cualquier duda que tengas sobre cómo cuidar los dientes durante el embarazo y proteger tu salud bucodental tanto antes como durante la gestación.
Durante el embarazo, se realiza un seguimiento exhaustivo de la salud de la madre, así como de la del futuro niño. Todo control es poco. Pruebas y más pruebas, ecografías y muchas visitas al ginecólogo. No obstante, algunas partes importantes en nuestro organismo quedan completamente relegadas de ese control, como por ejemplo la boca.
Los expertos aseguran que es importante que las mujeres embarazadas acudan al dentista durante la gestación; y es que existen algunos problemas asociados a los cambios fisiológicos de la mujer durante el embarazo que podrían pasar factura.
Las madres se enfrentarán, durante los primeros meses, a las molestias de las náuseas y vómitos. El 75% de las mujeres embarazadas las sufren, y aunque se ve simplemente como un momento incómodo, lo cierto es que estos episodios pueden erosionar gravemente el esmalte dental, aumentando las posibilidades de caries futuras.
Los cambios hormonales durante el embarazo hacen que muchas mamás sufran de lo que se conoce como xerostomía fisiológica, o lo que es lo mismo, boca seca. Ante los cambios vasculares y hormonales del embarazo, las encías también se ven afectadas. Aproximadamente el 75% de las mujeres embarazadas padecen gingivitis del embarazo, enfrentándose a encías enrojecidas, sangrantes e inflamadas y dolor de muelas. Normalmente es reversible tras el parto; no obstante, existen algunas hipótesis que asocian esta enfermedad con partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer. No son hipótesis contrastadas ni afirmadas, pero aún así conviene saberlo.
Aproximadamente el 50% de las gestantes presentan gingivitis leve, el 32-55% gingivitis moderada y el 6.6% de casos con gingivitis severa, según revela el informe "Salud bucal en la mujer embarazada" elaborado por expertas de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Esta gingivitis puede dar paso a lo que conocemos como granuloma del embarazo. Se trata de una tumoración benigna que se sitúa en las zonas afectadas con gingivitis y que crece rápidamente. También suele desaparecer durante el parto. Las lesiones son generalmente de crecimiento rápido, fácil sangrado y el tamaño no suele superar los 2 cm de diámetro, según se recoge en el informe realizado por el grupo de trabajo SEPA-SEGO.
Durante las últimas etapas del embarazo, así como durante la lactancia, las madres comienzan a experimentar cambios en la composición de la saliva. Este cambio imperceptible puede ocasionar mayor erosión en los dientes y aumento de caries. Precisamente las caries pueden aparecer por los cambios nutricionales o de hábitos de higiene oral de la mamá, además de por lo vómitos frecuentes en los primeros meses de embarazo.
Por último, cabe destacar que está demostrado que las mamás son la principal fuente de contagio de caries a sus hijos ¿cómo? Probando la comida antes de dársela al bebé, chupar el chupete o biberón para limpiarlos si caen al suelo etc.
Si una mamá cuenta con una higiene bucal perfecta, los bebés tendrán menos posibilidades de desarrollar caries infantil.
Los expertos de la SEPA y la SEGO abogan por un diagnóstico precoz de las patologías orales para todas aquellas mujeres en edad fértil que quieran o planeen quedarse embarazadas, con el objetivo de que lleguen al embarazo en las mejores condiciones de salud bucal posibles.
Recuerda programar al menos una visita al dentista durante los nueve meses de embarazo, ya que la susceptibilidad a las infecciones puede incrementarse durante el periodo de gestación y resulta esencial detectar a tiempo las posibles patologías para evitar complicaciones. Consulta con tu médico cualquier duda que tengas sobre cómo cuidar los dientes durante el embarazo y proteger tu salud bucodental tanto antes como durante la gestación.
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