Un estudio de la CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios) asegura que la lactancia materna, además de ser una forma muy cómoda y beneficiosa de alimentación tanto para la madre como para el bebé, permite a las familias ahorrar una media de 600 euros al año.
Si bien es cierto que la lactancia es importante por otros motivos, no podemos negar que el ahorro económico es algo a tener en cuenta, más aun cuando vivimos momentos de crisis en los que el dinero no siempre abunda.
La CECU asegura que al hacer el cálculo, el dinero que se ahorra al mes es una media de 50 euros mensuales en latas de leche artificial especialmente formuladas para recién nacidos. Estas latas tienen un coste de media de unos 16,66 euros, y se suelen consumir unas 3 latas por mes.
No es el motivo más importante por el que dar leche materna a los recién nacidos, pero el aspecto económico siempre suma; y es que los primeros años de un niño los gastos no son pocos, no sólo en alimentación, también en pañales, ropa y artículos de puericultura. Así, la Alianza Mundial para la Lactancia Materna señala que es necesario aumentar la conciencia de la importancia y el valor económico del amamantamiento de los bebés.
Beneficios para la salud del bebé
No podemos olvidarnos de que la leche materna cuenta con una combinación ideal de nutrientes para nuestro recién nacido; y es que esta leche tiene vitaminas, proteínas y grasas, todas necesarias para el correcto desarrollo del niño.
Es cierto que en determinados momentos y casos, nuestros hijos pueden necesitar suplementos de vitamina D o hierro, por ejemplo. No obstante, en estos casos será el médico quién nos diga cómo debemos proceder.
Los bebés que se alimentan de leche materna durante los seis primeros meses de vida están más protegidos frente a infecciones de oído, enfermedades respiratorias, molestias digestivas e intestinales y una larga lista de afecciones, algo que finalmente debería convencer a las futuras madres de que la leche materna es la mejor opción, tanto por salud como por aspectos económicos para el núcleo familiar.
