Las mujeres sometidas a un alto nivel de estrés tardan un 29% más en quedarse embarazadas, y pueden ver reducida su fertilidad en al menos un 15%. Así lo demuestra un estudio realizado por el Centro Médico Wexner, de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, publicado recientemente por la revista científica Human Reproduction.
Se trata de un estudio realizado a partir de las muestras de saliva de 401 mujeres de entre 18 y 43 años, sin problemas de fertilidad conocidos, y que estaban intentando quedarse embarazadas. Durante un año, o hasta que quedaron embarazadas, se les estuvo tomando estas muestras de saliva el primer día de cada ciclo menstrual. Durante este periodo 373 lograron concebir.
Lo que se pretendía era detectar la presencia de dos de los indicadores biológicos del estrés, concretamente la alfa-amilasa y el cortisol. La conclusión a la que han llegado los científicos es que las mujeres con altos niveles de alfa-amilasa tienen un 29% más dificultades para concebir. Finalmente el equipo de investigadores no ha detectado relación alguna entre el cortisol y la infertilidad.
"En este estudio demostramos que las mujeres con los niveles más altos en saliva de alfa amilana, un biomarcador del estrés, eran un 15% menos propensas a quedar embarazadas" ha asegurado Courtney Lynch, investigadora de The Ohio Satate University, Columbus y autora de este este estudio. Según Lynch, "el estrés es un factor menor que afecta a la capacidad de la pareja para concebir y existen también otras muchas cuestiones médicas que pueden interferir"
La directora de este estudio publicado en la revista Human Reproduction aconseja a las mujeres que llevan más de un año intentando concebir que consulten a un especialista y a aquellas que llevan más de 6 meses tener en cuenta su nivel de vida y considerar la práctica de técnicas que reduzcan el estrés.
