Todos los padres nos hemos preguntado mil veces por qué llora nuestro hijo. Ante esta pregunta surgen multitud de respuestas, tales como que si tienen el horario cambiado, que si tienen hambre, que les duele algo, etc. A todas estas posibles explicaciones se añade ahora una más: puede ser que el llanto nocturno sea un mecanismo natural que utilizan los bebés para retrasar la llegada de un hermanito.

Según un reciente estudio de la Universidad de Harvard, otra de las causas provocan que tu bebé llore por la noche es un mecanismo biológico de supervivencia desarrollado durante miles de años, ya que la llegada de otro niño incrementa el riesgo de mortalidad, sobre todo en países del tercer mundo dónde hay más escasez y un nivel más alto de riesgo de infecciones.

Según los autores de este estudio, este mecanismo se acentúa a partir de los 6 meses, que es cuando las madres empiezan a abandonar la lactancia y van recuperando paulatinamente la fertilidad. Esta hipótesis también explicaría el por qué muchos niños a esa edad rechazan cualquier otro tipo de alimentación que no sea la leche materna.

En este sentido, esta investigación, publicada por la revista Evolucion, medicine smb public health, concluye que los recién nacidos lloran instintivamente por la noche para provocar la lactancia, que dificulta la fertilidad de la madre, y así acaparar los cuidados y atenciones de sus papás.