Que la vida no es como la vemos en las películas es algo que aprendimos hace tiempo, muy a nuestro pesar… Sin embargo, no podemos evitar acabar creyéndonos muchas de las situaciones que vemos continuamente en el cine, sobre todo si son acontecimientos que no hemos vivido en nuestra piel. Y este es el caso, por supuesto, del embarazo y el parto.

Así pues, tras haber vivido una gestación y el increíble momento de dar a luz, puedo enumerar un total de ocho “mentirijillas” que vemos en la gran pantalla sobre ello y que se han quedado en el imaginario colectivo de todo hijo de vecino.

1. Embarazo a la primera y en la primera vez. ¡Ojo! No estoy diciendo que esto sea imposible. Todo lo contrario. Hay cantidad de niños desde que el mundo es mundo que han nacido fruto de la primera relación sexual. Pero no me negaréis que esto sucede con demasiada frecuencia en las películas. En resumen, que en el mundo real todos no tienen tanta puntería.
2. Todas las ecografías desde que comienza el embarazo, se hacen en la barriga. En realidad, las primeras son vía vaginal. Y alrededor de la semana 12 ya son abdominales. Entiendo que no es tan bonito ni cinematográfico mostrar una ecografía vaginal pero, gracias a la influencia del cine, esto es algo que yo no supe (llamadme ignorante) hasta que no estuve embarazada.
3. Antojos incontrolables en los que hay que mandar al marido al fin del mundo para conseguir caviar iraní. Los antojos existen, sí, doy fe… Pero esas exageraciones que nos ha ofrecido el séptimo arte en las que mandas a tu pareja al fin del mundo con tal de satisfacer un antojo… es ingenioso, sí, pero algo descabellado.
4. Casi todas se ponen de parto rompiendo aguas. Y resulta que el cine, una vez más, nos ofrece espectáculo y no exactitud estadística. Sólo un 10% de mujeres, según los expertos, comienza el trabajo de parto con la rotura de bolsa. Esto es otra de las cosas que aprendí cuando ya entré en materia, concretamente en los cursos pre-parto.
5. Se ponen de parto repentinamente y todo es rapidísimo. En las películas, la mujer encinta se pone de parto con una contracción intensísima que hace que su pareja o quien tenga al lado paralicen el tráfico y la ciudad entera porque el nacimiento del bebé es inmediato. Y bien… existen las mujeres que tienen la suerte de tener un parto “express”, pero la realidad de la mayoría es que sus contracciones irán aumentando poco a poco, prolongándose durante horas hasta llegar hasta el momento del alumbramiento.
6. Los gritos al empujar en el parto. Cada mujer es un mundo, igual que cada parto es diferente y con una manera de vivirlo. Pero me quedo con un artículo que leí sobre la serie ‘Llama a la comadrona’, de la que hablé en mi anterior post, y es que mencionaban que quisieron dar mayor realismo al momento de dar a luz, y una de las cosas a las que se referían eran los gritos que emiten las mujeres al empujar, que en el cine siempre han sido un chillido puro y duro, pero por el esfuerzo suelen ser gritos que nacen de dentro, más guturales.
7. Un bebé perfecto al nacer. Un gordito y sonrosado querubín aparece de repente en escena tras unos cuantos gritos apretando la mano del marido como si se la fueran a arrancar de cuajo. Lo de casi romper la mano de nuestra pareja tal vez tenga algo de cierto, pero lo que no es real es que aparezca un niño ya criadito ante nosotros. Por muy guapos que veamos a nuestros retoños, cuando acaban de nacer están cubiertos de grasa, arrugaditos, con los ojitos hinchados y de cualquier color en las mejillas que no sea rosado. Eso sí, en cuestión de días, si están sanos, se convertirán en esos bebés preciosos que tanto ansiamos.
8. Madre perfecta, con el vientre plano tras el parto. Todas las que habéis sido madres sabéis de qué os estoy hablando, y las que estéis a punto de serlo ya os habréis informado de que la barriga no vuelve a su sitio inmediatamente, y que aún pareceremos unas ‘pseudo-embarazadas’ durante un tiempo, hasta que nuestra tripita vuelva a su sitio.

De muchas de las “trolas” que nos ofrece el cine somos conscientes y nunca nos las hemos creído, de otras ni nos enteramos que lo son hasta que no vivimos la experiencia… Pero sea como sea, el séptimo arte nos ha hecho pasar grandes y espectaculares momentos de partos, de los que hablaremos en posts venideros.