Cuando muchos niños comienzan su vida escolar con sólo tres años a los padres nos parece que aún les queda mucho por aprender y que la experiencia supondrá un gran avance para ellos. Sin embargo, en ese momento nuestro pequeño ya tiene una gran parte de su cerebro formado.
Según una investigación, cuyos resultados han sido avanzados por la ONG Voices for America`s Children, los tres primeros años de un niño son los más importantes para su desarrollo. Durante ese período se forma el 85% de su cerebro. Cada segundo se están creando 1,8 millones de conexiones sinápticas y todas las experiencias que vive marcan qué conexiones cerebrales se mantendrán con el tiempo.
Es una investigación que respalda lo importante que resulta estimular a través de todos sus sentidos al bebé durante esos tres primeros años, ya que contribuye a que el niño sea feliz y se encuentre saludable.
Un estudio publicado por Journal of Applied Developmental Psychology mostró como los que reciben esta clase de estimulación tienen un 50% más de contacto visual y son tres veces más expresivos facialmente, sin olvidar que presentan un mejor desarrollo cognitivo.
Otra de las maneras con las que se consigue fomentar el desarrollo del bebé es mediante la hora del baño, un momento que muchos padres aprovechan para interactuar con sus hijos en un momento relajado. Los expertos comentan que si se escucha música durante esa rutina se está estimulando su memoria. Además, si le hacemos demostraciones de cariño a nuestro hijo combinado con los olores agradables que se desprenden del baño, se forman unos recuerdo en el niño que permanecerán para siempre.
Mamás y papás: tomemos buena nota.
Cuando muchos niños comienzan su vida escolar con sólo tres años a los padres nos parece que aún les queda mucho por aprender y que la experiencia supondrá un gran avance para ellos. Sin embargo, en ese momento nuestro pequeño ya tiene una gran parte de su cerebro formado.
Según una investigación, cuyos resultados han sido avanzados por la ONG Voices for America`s Children, los tres primeros años de un niño son los más importantes para su desarrollo. Durante ese período se forma el 85% de su cerebro. Cada segundo se están creando 1,8 millones de conexiones sinápticas y todas las experiencias que vive marcan qué conexiones cerebrales se mantendrán con el tiempo.
Es una investigación que respalda lo importante que resulta estimular a través de todos sus sentidos al bebé durante esos tres primeros años, ya que contribuye a que el niño sea feliz y se encuentre saludable.
Un estudio publicado por Journal of Applied Developmental Psychology mostró como los que reciben esta clase de estimulación tienen un 50% más de contacto visual y son tres veces más expresivos facialmente, sin olvidar que presentan un mejor desarrollo cognitivo.
Otra de las maneras con las que se consigue fomentar el desarrollo del bebé es mediante la hora del baño, un momento que muchos padres aprovechan para interactuar con sus hijos en un momento relajado. Los expertos comentan que si se escucha música durante esa rutina se está estimulando su memoria. Además, si le hacemos demostraciones de cariño a nuestro hijo combinado con los olores agradables que se desprenden del baño, se forman unos recuerdo en el niño que permanecerán para siempre.
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