Sé que cuando vas a tener un bebé estás emocionado y al mismo tiempo estás bastante intranquilo y abrumado, por eso es un agobio en algunos momentos pensar en las cosas que va a necesitar el bebé para su día a día, pero tranquilos, es totalmente normal. Por eso he decidido escribir este post, para transmitir mi experiencia de la forma más clara y sencilla que pueda.

Mi primera toma de contacto con los pañales de tela fue justamente cuando comencé a usar compresas lavables. Ese día comencé a informarme sobre este gran invento, me quedé gratamente sorprendida y decidí usarlos con mis futuros retoños.

En la actualidad llevo usándolos con mi pequeña de 20 meses desde que tiene un mes de vida y estamos encantados. Estoy tan contenta que voy a repetir con mi segunda hija.

Razones para usarlos

Existen muchas razones para usar los pañales de tela o lavables. Éstas son las más importantes para mí:

• Son más sanos para la piel de nuestro bebé; al estar hechos de algodón son estupendos para las pieles sensibles y atópicas. El mejor ejemplo lo tuve cuando mi niña comenzó a tener la piel atópica y los pañales lavables han demostrado que son los que mejor le van.
• Previenen la dermatitis del pañal. Cuando mi hija tenía dermatitis del pañal, cosa que les pasa a todos los bebés, solo usábamos pañales lavables y crema "pasta al agua" y en nada de tiempo, culito nuevo.
• Son baratos. Aunque al principio el desembolso es grande a la larga te ahorras bastante dinero y mucho más si los hereda un hermano, otro familiar o un amigo.
• Son ecológicos. El medio ambiente lo nota bastante. No generamos casi nada de basura, solo las caquitas que las tiramos por el water y punto. Sobre el agua que se gasta en la lavadora y al tenerlos en remojo, no es comparable al agua que se usa al hacer los pañales desechables y su gasto de transporte.

Lo ideal sería que consiguierais u os dejaran unos cuantos pañales de tela y probar; es la mejor manera de experimentar y ver los resultados.

¿Qué pañales usar?

Hay muchos tipos de pañales de tela y diferentes marcas. Lo mejor es que investiguéis, existe un montón de información en la red y tablas comparativas que os pueden aclarar las cosas.

Los que yo uso y recomiendo son los “todo en uno rellenables”, tienen el absorbente aparte que tú introduces dentro del pañal cada vez que se vaya a usar. Esto es genial porque puedes usar un absorbente más grande o más pequeño en función de las necesidades de tu hijo.

Suelen tener corchetes y son “talla única”; son pañales que por decirlo así, van creciendo con el bebé. Eso significa que usas los mismos pañales desde que es un recién nacido hasta que deja los pañales y pasa al orinal o casi, según el tamaño del bebé. El peso oscila desde 3,5 kg. hasta 16 kg.

Algunos consejos prácticos

Para que los pañales de tela se ensucien menos y os cueste menos quitar las deposiciones, os recomiendo que uséis forros desechables para el pañal. Están fabricados con fibras naturales biodegradables, y son geniales porque se tiran a la basura y punto. Además mantienen la piel del bebé equita y así prevenimos que se irrite.

Algo fundamental es tener una funda de transporte para pañales. Son impermeables, así nos garantizamos no manchar nada. Yo siempre la llevo en la bolsa de mi niña, no se sabe cuándo la vas a usar. Además también la podemos usar cuando se mancha la ropita y hay que cambiarle.

Hay un producto que me gustaría probar con mi futura niña y son las toallitas lavables de franela de algodón, son para lavar el culito de nuestro bebé, son buenas para la piel del bebé y respetuosas con el medio ambiente.

Trucos para su lavado

Para que los pañales se queden bien limpios y duren más, estos son algunos trucos para su limpieza:

En cuanto realicemos el cambio de pañal, lo mejor es enjuagarlo con agua y un poco de jabón natural o de Castilla. Después lo dejamos en remojo, junto al resto de pañales, en un cubo con agua caliente. Al día siguiente los metemos en la lavadora y ponemos un ciclo corto. Usamos un jabón para bebés (nada de detergentes grasos), mejor si es un detergente natural procedente de jabón de Castilla o de la abuela.

No se recomienda usar un suavizante comercial, ya que no es bueno ni para la piel del bebé ni para el pañal. Si se desea durante el enjuague se puede añadir vinagre blanco como suavizante natural en cada lavado.

Ojo, los jabones grasos, las lejías y los suavizantes comerciales no se recomiendan porque pueden limitar su absorbencia y dañar la parte impermeable.